Yo era muy pequeño, tenía seis años, cuando un día, antes de que anocheciera, se presentó un hombre que yo no había visto nunca. Le dio un dinero a mi padre, me cogió por los brazos y me subió al caballo. Partimos.
Mi padre me había vendido como se vende una cabra.
8.30 € 128 págs. junio de 2011