Cobertura de Espectadores.
A los admiradores de Luc y Jean-Pierre Dardenne les interesará saber que Les Films du Fleuve coprodujo Hedi, ópera prima de Mohamed Ben Attia que compitió en la categoría internacional del 18º BAFICI. De hecho, más de uno creerá ver indicios del cine que les gusta hacer a los hermanos belgas en esta crónica de los últimos días de soltero que transita el tunisino de 25 años cuyo nombre da título al film.
El joven protagonista circula con resignación por la vida que su progenitora diseñó sin consultarlo y con precisión milimétrica. Los espectadores lo conocemos justo cuando, por motivos laborales, debe desviarse momentáneamente del programa impuesto. Ben Attia nos invita a evaluar la envergadura de la impasse que se abre en ese momento y que pone en riesgo los planes maternos.
La ficción de Ben Attia participó de la competencia internacional del 18º BAFICI.
Allá en el fondo advertimos la sombra de la llamada ‘Primavera árabe’ que floreció y ahora parece marchitarse en Túnez. La mención nostálgica de una ¿última? concentración popular antes de la vuelta a la normalidad (o a lo que -se supone- es la normalidad) basta para recordar la suerte histórica que corrió aquel movimiento con pretensiones revolucionarias. Acaso algo parecido le suceda a Hedi.
Qué hacemos con lo que nuestra familia, la escuela, la sociedad hicieron de nosotros parece el leitmotiv de esta crónica de un amague de emancipación individual, reflejo de cierto devenir nacional. Al estilo de los Dardenne, Ben Attia sigue de cerca al joven que Majd Mastoura compone con tanto corazón, y narra una historia potente.
Ojalá los organizadores del LatinArab incluyan a Hedi en la programación de la próxima edición de ese festival de cine. Difícilmente exista otra oportunidad de proyección porteña para este magnífico largometraje tunisino.