A Heineken le mola eso de que los consumidores se sientan especiales y obtengan unas buenas y bonitas experiencias de marca, y por eso la agencia Tribal DDB de Amsterdam ha querido volver a sorprenderlos a través de la última tecnología aplicada a sus botellas de cerveza. Este proyecto ha recibido el nombre de Heineken Ignite, y quiere conseguir que los consumidores se sorprendan y vivan la fiesta de una manera totalmente diferente. Algo nuevo que nunca antes habían visto y que les sacará una sonrisa en un entorno que le otorgará muchos valores positivos a la marca. Eso sí, a no ser que pillen un ciego importante y se pasen la noche vomitando.
La acción tiene gracia y hace sentir al consumidor de una forma especial, incluso creando sentimiento de celos a aquellos que están en la discoteca y no tienen su botella de Heineken. Estoy seguro que estos fueron rápidamente a la barra a pedirse una de ellas y sentirse así especiales en el entorno.
Visto en I Believe in Advertising.
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