Revista Cultura y Ocio

"Heliconia - Verano" de Brian W. Aldiss (1983)

Publicado el 06 julio 2013 por Tomas
Saludos. Parece que ahora sí ha llegado el verano definitivamente y, como tierra de contrastes que somos, llega de la mano de una sahariana ola de calor. Mientras preparaba esta reseña, en camiseta y pantalón cortos y sustituyendo el té por zumo de piña, repasaba la agenda veraniega de A Coruña, mi pequeña ciudad en la esquinita del mapa que un año más se llenará de turistas y visitantes: Hobbycon este fin de semana, Feria del Libro, Salón del Cómic, fiestas, eventos deportivos y conciertos a montones... Parece que, al igual que en lejano planeta Heliconia, donde transcurre el libro que protagoniza nuestra reseña de hoy, el verano hace que la vida se multiplique, las culturas florezcan y el comercio prospere, tras el lacónico e indolente letargo invernal.  El estío también ha traído otra modificación. Tal vez sean el calor que afecta al estado de ánimo o las ganas de cambiar ligeramente de estilo, pero voy a atreverme a abandonar el plural que hasta ahora usaba para esconderme y protegerme, y comenzaré a utilizar el singular como corresponde. También voy a intentar hacer la primera reseña libre de spoilers del blog, ¿seré capaz?. Vamos a verlo:
Título: Heliconia - Verano (Helliconia Summer)
Autor: Brian W. Aldiss, a quien conocimos en la reseña de su "Heliconia - Primavera".
Lo leemos...: En digital, en el Kindle.
Sinopsis: Es verano en Heliconia. Casi 400 años han pasado desde la primavera. Los imperios humanos crecen, prosperan y se disputan la supremacía, en tanto los phagor languidecen en la esclavitud bajo la luz de su enemigo Freyr, más intensa cada día. Mientras el rey de Borlien intenta salvar su reino tambaleante, un crucial descubrimiento puede derribar las creencias de la Humanidad. En el cielo, la Avernus registra cada acontecimiento con frialdad científica. Y ajeno a todo, Heliconia orbita hacia Freyr, cuyo calor ya comienza a quemar.
¿Cómo la podemos definir?: Como una combinación equilibrada de Fantasía y Ciencia-Ficción blanda, con una trama de intrigas, traiciones, ambición y enfrentamientos entre potencias rivales, y que incluye una profunda reflexión sobre la condición humana. 
¿Qué podemos destacar de ella?: Que toma la premisa planteada en "Primavera", la lleva más lejos y la desarrolla dándole más peso a las explicaciones de carácter científico, con lo cual la proporción entre Fantasía y Ciencia-Ficción está más equilibrada que en la primera entrega.
Como vimos en la reseña de "Primavera", Heliconia es un planeta con dos soles (Freyr y Batalix), lo que provoca que las estaciones duren cientos de años. Aquí descubriremos también que en torno a Batalix giran otros tres planetas. En esta entrega, y sin meterse en explicaciones demasiado áridas, Aldiss nos ofrece datos más técnicos y precisos sobre las particularidades del planeta protagonista. Para ello se vale de dos recursos interesantes. El primero es la propia evolución cultural de los habitantes de Heliconia. El segundo, que a mi entender supone un interesante giro argumental, es la presencia en Heliconia de un ocupante de la Avernus. Y es que en "Verano" sabremos también muchas más cosas sobre la estación espacial, su tripulación, su sociedad, su filosofía y su peculiar organización social. 
Si en "Primavera" la Humanidad se encontraba en una primera Edad de los metales, en "Verano" han pasado 400 años terrestres, y estaríamos en un equivalente a nuestra era de las primeras civilizaciones, aunque con avances anacrónicos como las armas de fuego (cañones y arcabuces). Se han desarrollado las naciones y las ciudades, la política, la monarquía, el Parlamento, el clero, los tribunales, la moneda, el comercio a gran escala, la navegación y los ejércitos profesionales. La Ciencia ha tenido un avance significativo con respecto a la época anterior, dominándose la astronomía (los eruditos ya han dado el giro copernicano), la biología e incluso rudimentos de genética.
Dije más arriba que el libro reflexiona sobre la condición humana, y es que los personajes están más elaborados y tienen una mayor profundidad que en su predecesora. Aldiss desarrolla sus virtudes, sus defectos y sus muchas facetas, y escapa del maniqueísmo y de una historia de buenos y malos. Sobre esto podría decir que incluso que aquellos que no gustáis de la Ciencia-Ficción podéis disfrutar con este libro de una historia de intriga, conjuras palaciegas, traiciones, cambios de lealtades, matrimonios de conveniencia, renuncias al amor verdadero, decisiones difíciles y grandes conflictos de Estado.

No se puede negar que Mr. Aldiss tiene clase

Al igual que en "Primavera", en "Verano" no hay un protagonista principal, sino que los personajes son tratados en conjunto, son una masa coral que cede el protagonismo al propio Heliconia, si bien actuando como colectivo nos ofrecen una riqueza de matices y un profundo mundo interior, mental, de cuyo análisis tanto gustaba la New Wave de la Ciencia-Ficción.
Sobre este análisis de la naturaleza humana, me ha gustado en especial el papel reservado a la religión, que se muestra aquí como una fuerza axiomática e irracional, opuesta al avance científico y a cualquier idea que considere herética, y que es capaz de negar las evidencias científicas e históricas que amenacen su status quo. Uno de estos dogmas, que no desarrollaré mucho para evitar el spolier atañe a los phagor y a su relación secular con Heliconia y con la raza humana, y será el leiv motiv del extraordinario final de la obra, del cual tampoco anticiparé nada.
Porque el autor dedica su atención también a las otras razas de Heliconia, sobre todo a los phagor, los enemigos sempiternos de la Humanidad (a quienes el calor del verano y la brillante luz de Freyr ha privado de voluntad como especie y ha reducido ahora la esclavitud y el servilismo, a víctimas de pógromos o, en el caso del reino de Borlien, mercenarios a cambio de soldadas miserables), a los semiinteligentes madis y driats, que ganan protagonismo, o a los otros, poco más evolucionados que nuestros grandes simios.
A mi entender, Aldiss juega con nosotros, los lectores, a que colaboremos en la construcción de la historia que estamos leyendo, pues yo al menos continuamente estuve encontrando paralelismos entre los acontecimientos que narra en la obra con hechos de nuestra propia Historia. Por ejemplo, el reino de Borlien, mostrado aquí en un momento de crisis interna, con el rey enfrentado a la scritina (una especie de parlamento o asamblea de notables), en bancarrota, con sus dominios amenazados por potencias extranjeras y con su ejército compuesto casi en exclusiva por phagors, a quienes se les permite instalarse en las regiones más pobres del reino a cambio de defender las fronteras del mismo, se parece tantísimo al Imperio Romano en su ocaso que es imposible no ver uno como reflejo del otro.
Personalmente, "Verano" me ha transmitido una sensación de desazón, de desasosiego (le doy la bienvenida, malo el libro que no nos produce una reacción) al saber que los personajes están luchando, sufriendo y muriendo por causas, ideas y creencias que carecerán de sentido cuando llegue el invierno y las civilizaciones caigan, que las imponentes ciudades donde ahora habitan serán las ruinas donde se levanten las miserables aldeas del futuro, que todos los conocimientos científicos que ahora tienen se perderán, y que todo volverá a comenzar una y otra vez en un ciclo interminable. Incluso me ha hecho reflexionar sobre nuestra propia realidad, y que aquello que para nosotros ahora es importante algún día sólo será una línea en un libro de Historia. Supongo que precisamente la inexorabilidad y el fatalismo forman parte de la tesis que el autor quiere transmitirnos con su obra, que entronca con las ideas de Nietzsche, tanto el mito del eterno retorno  (el carácter cíclico y repetitivo de la Historia) como la idea del superhombre (en cuanto sólo los más fuertes sobreviven a la fiebre de los huesos y a la muerte gorda, y son los elegidos para perpetuarse en la nueva estación). 
¿Hemos subrayado algún párrafo?: Muchos, al igual que en "Primavera". Primero una explicación de las particularidades de Heliconia:
"Como lo había indicado el misterioso cronometro, transcurría en la Tierra el año 6877 después de Cristo; pero ello sugería una falsa sincronía, y los acontecimientos del divorcio se harían reales para las gentes de la Tierra pasados mil años más. Dominando tales fechas locales, había otra, cósmica, cuyo significado era mayor. El tiempo astronómico fluía coma una inundación en el sistema heliconiano. El planeta, junto con sus hermanos, se acercaba al periastron, el punto de su orbita más próximo al brillante astro llamado Freyr.Heliconia tardaba 2.592 años terrestres en completar un Gran Año recorriendo una orbita alrededor de Freyr, y durante ese tiempo el planeta pasaba par extremos de calor y de frió. La primavera había terminado. El verano, el terrible verano del Gran Año, acababa de llegar.La duración del verano sería de dos siglos y un tercio terrestres. Para quienes vivían en Heliconia en ese momento, el invierno y su desolación eran una leyenda, aunque vívida. Y así seguiría siendo durante cierto tiempo, en la mente de los hombres, antes de convertirse otra vez en hechos.Sobre Heliconia brillaba su sol, Batalix, cuyo gigantesco compañero binario, Freyr, brillaba en ese momento con una intensidad un treinta par ciento superior a la de aquel, aunque estaba 236 veces más lejos."

fuente: Web oficial de Brian W. Aldiss


Por fin sabemos más cosas sobre la Avernus:
"Entre ambos planetas se interponía una especie de relé, la Estación Observadora Terrestre llamada Avernus. Esta giraba en torno de Heliconia así coma Heliconia lo hacía en torno de Batalix y esta de Freyr. Avernus era la lente a través de la cual los observadores terrestres podían ver los acontecimientos de Heliconia.Los seres humanos que trabajaban en Avernus dedicaban sus vidas al estudio de todos los aspectos de Heliconia. No habían elegido esa tarea. No tenían alternativa.Aparte de esa gran injusticia, en general prevalecía la justicia. No había pobreza en Avernus. Nadie sufría físicamente hambre. Pero era un territorio limitado. La estación esférica tenía un diámetro de apenas mil metros; casi todos sus habitantes residían en la parte interna de la cubierta exterior, y dentro de ese circulo predominaba una especie de inanición que robaba a la vida su alegría. Mirar hacia abajo no exalta el espíritu.Billy Xiao Pin era un modelo típico de la sociedad de Avernus. Aparentemente, aceptaba todas las normas; trabajaba sin entusiasmo; estaba comprometido con una muchacha atractiva; hacía los ejercicios prescriptos; tenía un Consejero que le recomendaba las elevadas virtudes de la aceptación. Sin embargo, en su interior, Billy solo anhelaba una cosa: estar en la superficie de Heliconia, 1.500 kilómetros más abajo, ver a la reina MyrdenInggala, tocarla, hablar con ella, hacerle el amor. En sus sueños, la reina lo tomaba entre sus brazos."
Para no extenderme demasiado, sólo uno muy breve sobre el eterno retorno de esta historia:
"Tuvo una idea: en esas cavernas se amontonaban los phagors para escapar del calor; llegaría un momento en que los seres humanos se apretujarían allí para huir del frío. Y entonces los phagors se apoderarían del mundo exterior"

Y por último, uno que me pareció realmente hermoso, y tristemente cierto, pues todos estamos hechos de polvo de estrellas:
"Todo ser viviente está hecho de materia estelar muerta. Todo ser viviente debe hacer un viaje solitario desde el nivel molecular hasta la autonomía del nacimiento; un viaje que, en el caso de los seres humanos, lleva tres cuartos de un año. El complejo grado de organización requerido para ser una forma superior de vida no se puede sostener eternamente. En cierto momento, las uniones químicas se disuelven, y se retorna a lo inorgánico."
¿Más datos de interés?: No muchos, aunque en la web oficial de Mr. Aldiss  hay más información sobre la trilogía.
Hasta aquí la reseña de hoy. Me ha costado bastante condensar y no ser demasiado exhaustivo, ya dije en la reseña del anterior volumen que es veo preferible no diseccionar en exceso el libro para no privar a nadie del placer del descubrimiento. Por otra parte, si habéis leído "Primavera", os recomiendo que sigáis adelante y vayáis con "Verano". No es una simple continuación y, pese a no tener los galardones de la primera entrega, tal vez por no contar con la baza de la novedad, a mi entender la supera en calidad literaria y en profundidad. Si estáis pensando en comenzar alguna saga de Ciencia-Ficción y no os decidís entre el aluvión de ellas disponible, mi consejo personal es que "Heliconia" (a falta de leerme "Invierno", la última entrega) es una buena opción, sobre todo si os gusta la Fantasía, de la que también va bien servida. En cualquier caso, el calor sofocante (y en aumento!) de estos días ayuda a imaginarse el tórrido verano que el autor describe en este volumen. Nos leemos!

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