Revista Cultura y Ocio

Help The Aged – Pulp

Publicado el 19 octubre 2022 por Srhelvetica

(DIEZ AÑOS DE THE SONGS WE LOVE: 1010 ENTRADAS, CANCIÓN Nº 995)

Dos recuerdos personales al respecto de «Help The Aged«, la primera de las canciones que se pudieron escuchar como adelanto de «This Is Hardcore«, allá por noviembre de 1997. El impacto que había supuesto en millones de personas el descubrimiento de Pulp a raíz del éxito mundial de «Different Class» se había transformado de forma generalizada en una excitada (ansiosa, diría yo) labor de exploración en la discografía de los británicos, impulsando sobre todo el reconocimiento de su predecesor, «His ‘n’ Hers«, al tiempo que (nos) generaba una terrible expectación al respecto de la clase de canciones que Jarvis Cocker podía componer después de un disco tan perfecto. Mi primer recuerdo al respecto de ese momento de gran emoción es justamente una casete: era una cinta de uno de mis compañeros de piso en la que grababa canciones de la radio que le gustaban y en la que, aún incompleta y pisada con las palabras del locutor, pilló al vuelo una de las primeras emisiones radiofónicas de este primer sencillo del (entonces, futuro) nuevo disco de los de Sheffield.

¡Cuántas veces pude escuchar ese fragmento, la madre De Dios! Me lo ponía en un bucle, emocionadísimo, sin cansarme de oír una y otra vez esa canción que tan bien heredaba el espíritu de sus inmediatas predecesoras: la misma acidez, el mismo sentido del humor, la emoción desparramándose en un clímax solo al alcance de los mejores… Con el tiempo, una vez publicado el disco, la canción seguirá siendo una de mis favoritas de aquel álbum, quizás no tan representativa del mismo en cuanto que siempre he considerado que «Dishes«, «TV Movie«, y por supuesto la monumental pista titular representan mejor ese sonido de madurez, pero sí la transición perfecta entre la euforia del disco de 1995 y la introspección de su continuador.

El segundo recuerdo no es un objeto, es un momento: volvía en el coche de I.B. de un cansado pero chulísimo día de montaña en el Pirineo, y veníamos hablando de música, un tema en el que claramente teníamos nuestras diferencias, y algún ocasional punto de contacto. Al bueno de I. le encantaban cosas como Counting Crows, que en aquel momento a mí me parecían solo correctas, y siendo él además aficionado a tocar la batería disfrutaba especialmente con el sonido de bandas en las que este instrumento tiene un especial relieve, mientras que en aquel momento yo estaba en esa fase de auténtica obsesión por Pulp (en la que prácticamente no escuchaba otra cosa). En un momento de esa conversación a la vuelta de nuestra excursión, recuerdo decirle que debería darles una oportunidad a los británicos, que no se iba a arrepentir, y que acababan de publicar una canción de título «Help The Aged» que era una auténtica pasada. I. B. negó con la cabeza, diciéndome que no le sonaba nada (ni ellos ni la canción), pero que en cambio había pillado de casualidad un videoclip que le había flipado, pero no se había quedado ni con el nombre de la canción ni el de sus autores. Igual yo podía conocerlo, o al menos prestar atención si algún día lo veía en algún lado: un vídeo en el que salía un tío con gafas que canta mientras va sentado, subiendo en un salvaescaleras.

* * *

Quizás si Jarvis Cocker hubiera imaginado que 21 años después de la disolución de su banda anunciaría una serie de conciertos de Pulp (y no es la primera vez, en 2012 ya hubo una gira de resucitación) para el año 2023, una canción tan ácida como «Help The Aged» no hubiera sido promocionada del modo en el que lo fue: la versión oficial es que la canción es el reflejo de la pequeña crisis vivida por Cocker al cumplir 34 años, y percibir el modo en que la madurez empieza a cambiarlo todo:»he sido consciente de mi propio proceso de envejecimiento durante un par de años… (la canción) no es una súplica sincera para que ayudemos a las personas mayores a cruzar la calle«, para acabar concluyendo: «tan solo soy yo lloriqueando por envejecer«. Ahora bien, quizás de un modo no tan oficial, pero no en pocas ocasiones y con conocimiento de causa la canción fue descrita como un dardo que apuntaba precisamente al corazón de las viejas glorias del rock que se negaban a abandonar los escenarios pese a los inevitables achaques de la edad, y muy en particular al de Mick Jagger y sus longevos Rolling Stones. Evidentemente, mucho les falta a Cocker, Mackey, Webber, Doyle y Banks para llegar a los años en activo de sus satánicas majestades, pero no deja de ser irónico que los autores de versos como «When did you first realise? / It’s time you took an older lover baby / Teach you stuff, although he’s looking rough / Funny how it all falls away» den a día de hoy muestras de tan escaso interés en dejar atrás su propio legado.

No seré yo quien se queje, ojo: en 2012 fui encantado a volver a verles en el marco del SOS murciano y aunque doy por muy escasas las posibilidades de que se acerquen el año que viene a nuestro país, sé que pagaría encantado la entrada por volver a escuchar esa canciones en directo, por mi como si Jarvis quiere complementar las gafas esas de Doña Croqueta que lleva ahora con unas zapatillas de andar por casa. Pero otra cosa era 1997 (¡ay, también para nosotros!): el grupo -ahora, sin Rusell Senior- se presentaba con una imagen sofisticada, menos juvenil que la muy retro con la que habían vendido «Different Class«, y Jarvis en concreto lucía imponente con aires de dandy alcoholizado (eso último debía de ser algo más que imagen, por lo que se supo después) escondiendo la resaca del éxito detrás de una maravillosas –dirty pervert glasses– gafas ahumadas, lanzando guiños al Bowie más decadente al tiempo que evocando la elegancia de Brian Ferry.

«Help the aged / one time they were just like you / drinking, smoking cigs and sniffing glue«: la primera en la frente. Las letras de Jarvis son esta ocasión un misil capaz de disfrazar de simpatía por la tercera edad (¡parte de los beneficios de esta canción fueron donados a la organización benéfica inglesa del mismo nombre!) algo que puede ser también entendido como una invitación a retirarse de la vida pública con dignidad. Comercialmente kamikaze (no hay que olvidarse que Pulp venía de triunfar en el mundo con auténticos himnos para la juventud, lo de lanzar un primer sencillo con un tema sobre envejecer y morirse no es precisamente ir a revalidar el título), profundamente Pulp -aunque no en el modo esperado- y, si atendemos a los hechos, con recadito: se sabe que meses antes de que la canción fuera publicada, la fundación benéfica Age Resource (la sección más joven de la fundación benéfica de Age Concern internacional, también volcada en las personas mayores) había solicitado a Jagger que de forma altruista se prestara a dar con su imagen respaldo a su labor. «Nunca tuvimos noticias (de Jagger) cuando emitimos la invitación en agosto«, dijo el portavoz Sandy Huntington, «pero le volvimos a escribir hace unos 10 días, deseándole suerte en su gira y haciéndole saber que la invitación sigue abierta y que estaríamos encantados de recibir una respuesta«. Jarvis Cocker en modo tengo-para-todos, aunque como el tío es listo, sabe que, por mucho que nos resistamos, idéntico futuro nos aguarda a nosotros y sólo es cuestión de que nos llegue el turno: «You can dye your hair / But it’s the one thing you can’t change / can’t run away from yourself«.

A Russell Senior, quien como digo abandonaría el grupo en esa fase, no le gustó nada la canción, la más antigua de las compuestas por Jarvis para el nuevo álbum, y no pocos dudan en señalar que fue una de las razones para su marcha. En cuanto al sencillo, comercialmente no alcanzó el impacto de sus predecesores, pero tampoco podría decirse que fue mal y alcanzó el top 8 de las listas británicas. El baterista de Pulp, Nick Banks, comentaría sobre la reacción suscitada por el sencillo: «Creo que el sentimiento general de los críticos fue del tipo: ‘Está bien, pero, oh, no es ‘Disco 2000′, ¿verdad?’ … No lo entendieron del todo«. Jarvis sería mucho más optimista: «Tal vez sobreestimamos la voluntad de las personas de enfrentar la cuestión de su propia mortalidad en una canción pop, pero estoy orgulloso de que tengamos un éxito sobre envejecer y morir en el Top10«

Pues lo siento mucho, queridos Russell Senior y queridos críticos, pero a mi «Help The Aged» ME CHIFLA: ni siquiera el paso del tiempo ha podido hacer envejecer esta canción (sobre envejecer y el paso del tiempo), ni los años transcurridos desde 1997 y el modo en que nos han cambiado han conseguido restar un ápice de verdad a la saludable apreciación con la que semejante despliegue de sentido del humor y acidez se cierra: «it’s funny how it all falls away«. Si total, no vamos a poder evitarlo, al menos echémonos unas risas contemplando el modo en que todo se viene abajo.

Anuncio publicitario Ajustes de privacidad Publicado en: Greatest HitsEtiquetado: 1997, Island, Pop, Pulp, This Is HardcoreEnlace permanente1 comentario

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