Las hemorroides son venas inflamadas e hinchadas en la porción baja del recto y ano.
Hay etapas de la vida como por ejemplo el embarazo donde suelen hacerse presentes.
Esta patología suele ser consecuencia de grandes esfuerzos durante la defecación, estreñimiento, diarrea, hipertensión portal, obesidad, factores nutricionales, infecciones anales y factores ocupacionales como por ejemplo estar parado o sentado durante gran parte del día.
Las hemorroides patológicas pueden dividirse en internas, si se encuentran por arriba de la línea pectínea o dentada del conducto anal, y externas las que se encuentran distales o por abajo de la línea dentada. Las hemorroides internas se clasifican en cuatro grados.
Dentro de los síntomas que se producen tenemos: sensación de ardor en el recto, comezón, prurito anal, humedad anal constante, dolor, sangrado al evacuar aunque podría no sangrar, manchado de la ropa interior y sensación de insuficiencia esfinteriana. Se suele palpar protuberancias duras y muy sensibles en el ano.

El diagnóstico se realiza mediante un examen clínico del recto y ano. Ante melenas y hemorragias siempre se debe descartar la posibilidad de un cáncer y para esto se recomienda practicar un examen radiográfico con enema opaco o una rectosigmoidoscopia. De todas formas, ante un cuadro de hemorroides se pueden observar pequeñas pérdidas de sangre, mientras que ante un cáncer las hemorragias suelen ser más abundantes, persistentes y generalmente se presentan asociadas con cambios en el hábito intestinal. El diagnóstico diferencial debe hacerse con el cáncer de colon.
Su tratamiento depende de su clasificación y molestias para el paciente, pero para todas de base se recomienda: corrección del estreñimiento, evitar comidas picantes o sazonadas, no utilizar paños fríos en la zona ya que favorecen la no disolución de trombos, utilización de cremas con anestésicos y corticoides para el dolor, y de no producirse un alivio con las anteriores se pasaría al tratamiento concreto con fotocoagulación infrarroja o laser, ligaduras con bandas, escleroterapias y de no resultar estas directamente cirugía.