Revista Cine

Her por Raquel Polo

Publicado el 10 abril 2014 por Elaltramuz @ElAltramuz

Her por Raquel Polo

Her por Raquel Polo

En ocasiones, surgen películas en la industria que se salen de lo establecido, que sorprenden, que no dejan indiferentes a sus espectadores. Son filmes que se ganan detractores y seguidores por igual: no hay elección, o las odias o las amas, ya que no se conforman con quedarse en un término medio. Y "Her", la nueva película de Spike Jonze, se ha ganado este título de pequeña joya a ojos de muchos (entre los cuales me incluyo).


Podríamos decir que "Her" es una historia de amor, y de desamor, pero en realidad es mucho más que eso. Es una bonita reflexión sobre la naturaleza de los sentimientos, las relaciones en la nueva era digital y el vertiginoso avance tecnológico, la comprensión y la incomprensión, la soledad,... Pero yo la definiría, si es que es posible definirla, como el proceso de un tremendísimo Joaquín Phoenix de enfrentarse al autodescubrimiento, y la consiguiente superación de sus miedos, tanto así mismo como al mundo "real".

Este polifacético actor interpreta a Theodore, un redactor de cartas personales en pleno proceso de divorcio, que un día decide comprarse la última novedad en sistemas operativos de inteligencia artificial, diseñado para satisfacer las necesidades personales. Poco a poco, irá entablando una cada vez más estrecha relación con la voz femenina de su sistema, Samantha (Scarlett Johansson), y ambos descubrirán nuevos sentimientos y maneras de ver el mundo exterior.

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También encontramos en la actriz Amy Adams al contacto con la realidad de Theo, a su vínculo humano, que sigue a su vez un proceso paralelo al de su amigo con su propio sistema operativo. Y Rooney Mara será su exmujer, ese ancla con un pasado que no consigue superar y por el cual, se encierra en sí mismo.
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Lo primero que llama la atención de "Her" es la estética retro, con aires de años '50 y '60, que casa perfectamente con una avanzadísima tecnología futurista (que han sabido plasmar sin necesidad de grandes artificios) y la naturalidad con la que se desarrolla una historia de amor, a priori, impensable.  ¿Pero es realmente algo tan irreal pensar que pueda haber un vínculo emocional entre un hombre y una máquina? En nuestro días, deberíamos plantearnos que aunque sea ciencia ficción, una historia así no es tan lejana a nuestra rutina, sobre todo cuando observamos (que no es igual que mirar) a nuestro alrededor y, al igual que Theo, somos conscientes del gran impacto que tienen las tecnologías en nuestra vida.

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No deja de sorprender cómo, a través de algo virtual, se aborda de manera tan incisiva la naturaleza de las emociones humanas, como la soledad y la incapacidad de volver a abrirse al mundo después de un desengaño, el miedo al rechazo, la perdida del contacto humano reemplazado por un mundo virtual, el sentimiento de haber perdido el rumbo en nuestra vida, y muchas pinceladas más sobre temas que llevan acompañándonos desde que el hombre es hombre, sin dejarse llevar por la corriente más puramente filosófica, pero que hacen aflorar sentimientos y pensamientos a lo largo de todo el metraje. 

En palabras del propio guionista y director, Jonze, "estar solo es lo realmente desafiante. La tecnología no es la causa, ni el detonante o el remedio, sino solo la manera más actual de evitar la intimidad. Desde el principio de los tiempos ha habido diferentes maneras de evitar la intimidad".

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Y retomando el tema estético (bajo la dirección de Austin Gorg), si conocemos un poco la trayectoria de Spike Jonze (ese genio del cine independiente, y no tan independiente), poco nos sorprenderá esa delicada fotografía de la mano de Hoyte Van Hoytema ("El Topo", "The Fighter"). La experiencia en el mundo del videoclip, sumada a su personal estilo como director y una magnífica ejecución de Hoyte, hacen de esta cinta también un bonito canto al disfrute de la belleza de las imágenes, una sucesión de composiciones a nivel de luz, color y elementos que giran en torno al epicentro que supone Phoenix y su MIRADA, que nos va llevando de la mano a través de diferentes y sencillos paisajes, que representan también el mundo interior emocional del protagonista.
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En el aspecto musical, el grupo Arcade Fire le pone la guinda al pastel (porque este es un delicioso pastel en toda regla), continuando la prolífica colaboración con Jonze como ya hicieran en "Donde viven los monstruos". Junto a este famoso grupo de vertiente indie, encontramos a su compositor de cuerda Owen Pallett, que también es reconocido por su labor para otros grupos musicales tales como The Last Shadows Puppets. Destacable, muy destacable, es también la canción de Karen O, "The moonlight song", por la capacidad de retratar con esa delicadeza el amor puro entre sus protagonistas, a pesar de la imposibilidad cierta de un amor completo.
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Y si os quedáis con ganas de más después de ver "Her", Spike Jonze tiene a sus espaldas una larga lista de cortometrajes, entre los que recomiendo "I'm here", otra bonita historia diferente, muy cuidada y emotiva.


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