La cuñada del príncipe Guillermo, Pippa Middleton, se esfuerza por mantener la figura que tanta atención suscitó en la boda de su hermana Catalina. Desde entonces se ha convertido en un icono, un personaje casi tan famoso como el de la duquesa de Cambridge. Los paparazi no la dejan tranquila ni cuando sale a correr por las calles de Londres.