Revista Ciclismo

Héroes del pedal: marshall taylor, el primer negro… y el más rápido

Por Elpedalnoticias.com

Este noviembre es el 135 aniversario del nacimiento de Marshall ‘Major’ Taylor, el primer ciclista afro-americano en competir profesionalmente y además ser campeón mundial de sprint -y todo ello en los Estados Unidos del siglo XIX-.

Marshall Taylor 1

 

Indianapolis, Estados Unidos, 1895. Cerca de su hogar y tras reiteradas amenazas racistas -incluso de otros corredores del pelotón- el afro-americano Marshall Walter Taylor ganaba su primera gran carrera tras pedalear 121km. Tenía 16 años y era apenas el inicio de una prolífica aunque complicada carrera deportiva.

Nacido el 26 de noviembre de 1878, Taylor era hijo de un veterano de la Guerra Civil que junto a su esposa había migrado desde Louisville (Kentucky) para establecerse con sus ocho hijos en una granja de Indiana. Allí su padre trabajó para una de las familias locales más acaudaladas -los Southards- y que fue la que obsequió a Taylor su primer bicicleta, a la edad de 12 años. Pronto el bicicletero local -Tom Hay- lo contrató por 6US$/semana para exhibiciones y espectáculos ciclistas a las puertas de su negocio Hay & Willits. En las performances Taylor vestía uniforme militar y usaba el apodo ‘Major’, que lo acompañó toda su vida.

Su primer gran triunfo en 1895 significó para Taylor, entre otras cosas, que le prohibieran competir de allí en más en Indiana. A raíz de ello, se mudó a Worcester (Massachussets) donde no sólo existía mayor tolerancia racial sino más de media docena de fábricas de bicicleta y una treintena de comercios. Allí trabajó como mecánico y ciclista para Worcester Cycle Manufacturing Company, propiedad de Louis ‘Birdie’ Munger.

En 1896 y a los 18 años, Taylor pasó a la profesionalidad. Por entonces se lució en la carrera de seis días disputada en el Madison Square Garden de New York, bajo la mirada de cinco mil espectadores y la participación de los mejores pedalistas locales e internacionales.

Poco después repitió victoria en el Blue Ribbon Meet organizado por el club ciclista de Boston el 19 de mayo de 1897, otra ves en la milla de pista. Al año siguiente se quedó con el récord mundial de cuarto de milla y de dos millas, ganando además 29 de las 49 carreras que disputó.

En 1899 finalmente Taylor se transformó en el primer afro-americano en proclamarse campeón mundial de una disciplina deportiva al sprintar una milla de pista más rápido que ningún otro pedalista: 1 milla en 1:41min. Ese mismo año triunfó en el American Sprint. El 15 de noviembre consiguió otra marca sin precedentes: 1 milla en 1:19min. a 73,32km/hr. Al año siguiente no tuvo dificultades para revalidar su condición de mejor velocista de Estados Unidos, al llevarse nuevamente el American Sprint de manera irrefutable.

Tras sus victorias en Estados Unidos, Taylor se trasladó a Europa donde hizo la temporada de 1902 ganando 40 de las 57 carreras en las que participó. Después continuó en Australia y New Zealand.

En 1910 y a los 32 años, Taylor se retiró del profesionalismo a pesar de encontrarse aún en gran forma. El ciclista invocó otras razones para explicar su decisión: a pesar de los triunfos, el reconocimiento social y su profesionalismo,  estaba cansado de las reiteradas manifestaciones de desprecio racial.

A raíz de su piel negra Taylor nunca pudo competir en el sur de su propio país -e incluso en el norte tuvo muchas dificultades para hacerlo-, tampoco fue admitido en la Liga Americana de Ciclistas y padeció el desprecio no sólo de muchos espectadores sino también de sus compañeros de oficio. Fue habitual que el resto de pedalistas del pelotón cooperaran con el único propósito de evitar sus victorias -apelando incluso a maniobras ilegítimas y golpes- y que los espectadores arrojaran a su paso agua con hielo, agujas y clavos.

Una vez retirado de la actividad profesional, Taylor volvió a Worcester con la considerable fortuna que había reunido por sus logros deportivos. Sin embargo la combinación de malas inversiones, crónicos malestares de salud y el crack financiero de 1929 hicieron que Taylor muriera en una unidad hospitalaria de caridad, hundido en la más absoluta pobreza (Chicago, 1932).

Al igual que la mayoría de pobres y mendigos, los restos mortales de Taylor fueron enterrados en una tumba sin nombre. Recién varias décadas después, admiradores de su historia de vida lo restituyeron en la dignidad que merece todo ser humano. Actualmente numerosos clubes, velódromos, calles y artículos deportivos llevan su nombre y en 1989 fue incluido en el hall de la fama del ciclismo de Estados Unidos.

Si tenemos en cuenta que la liga profesional de béisbol de Estados Unidos permitió la participación de negros recién en 1847 (Jackie Robinson), la de básquetbol hacia 1950 (Charles Chuck Cooper) y los torneos de golf sólo en 1970 (Lee Elder) la historia de Taylor no sólo es extraordinaria sino también pionera. Hay que considerar por último, que en Estados Unidos la segregación basada en el color de la piel perduró hasta 1964.

“There are positively no mental, physical or moral attainments too lofty for the Negro to accomplish if granted a fair and equal opportunity”. Marshall Taylor.

[“No hay logros mentales, físicos o morales fuera del alcance de los negros si se les concede una oportunidad justa y equitativa”]


Volver a la Portada de Logo Paperblog