Muy buenas a todos. Hoy, en el Blog de Pintura, Técnicas y Materiales Artísticos My Tale I Teach, vamos a centrarnos en otro producto muy útil en nuestro taller de pintura, la masilla para madera. Consiste en una pasta reparadora de pequeños desperfectos, de secado medio-rápido, que se comporta como la madera pudiéndose lijar o pintar una vez seca. Este tipo de masilla se comercializa en varios tonos de madera como el natural, pino, roble, nogal, caoba, etc... y en dos colores: negro y blanco. En el mercado lo podemos encontrar en tarrina o en tubo, e incluso en polvo para mezclar con agua en el momento de uso.
Para su aplicación nos valdremos de las espátulas de carrocero. En el taller de pintura nos es de gran utilidad cuando fabricamos nuestros bastidores de madera. Nos sirve para tapar las casi imperceptibles grietas que a veces tienen las planchas de okúmen. También para tapar las marcas de los clavos sin cabeza utilizados tanto en las planchas de madera como en los listones. Además de tapar las marcas en la madera, también aísla el clavo metálico de la futura capa de imprimación. Por último, esta masilla es ideal para los acabados de las esquinas de nuestros bastidores y para las juntas entre la plancha de okúmen y los listones del bastidor en aquellos cuadros que presentamos sin marco. Es una pequeña inversión que nos asegura un acabado mucho más limpio y preciso, dando un aspecto profesional a todos aquellos cuadros a los que les sobra el marco.