Revista Cultura y Ocio
Hildegarda de Bingen nació en el año 1098 en el valle del Rin, Alemania. En el seno de una familia noble y bien acomodada alemana era la menor de los diez hijos de Hildebert de Bermersheim y Mechtild.
Al ser la decima hija fue considera como un diezmo para Dios, por eso se la consagro desde su nacimiento a la vida religiosa y fue entregada a Jutta de Spanheim. A los 8 años ingreso en el monasterio de Disibodenber.
Desde muy pequeña tuvo visiones, pero en 1141 a la edad de 42 años tuvo su visión más fuerte que plasmo en su primer libro llamado Scivias que trata de teología dogmatica, además escribió Liber Vitae Meritorum sobre teología moral y Liber Divinorum Operum sobre cosmología, antropología y teodicea.
Fue una mujer transgresora ya que sobrepaso los límites de la sociedad impuesto a las mujeres de aquella época. Fundo monasterios, predico. Y sobre todo escribió sobre Ciencia, Naturaleza, Biología, Mineralogía. Además sobre Salud, con libros como Liber Simplicis Medicinae o Physica, sobre las propiedades curativas de plantas y animales desde una perspectiva holística; y Liber Compositae Medicinae o Causae et curae, sobre el origen de las enfermedades y su tratamiento desde el punto de vista teórico.
Amante de la Música escribió la mayor producción musical conservada hasta el siglo XII. Compuso setenta y ocho obras musicales, agrupadas en Symphonia armonie celestium revelationum: 43 son antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías ,1 aleluya, 1 kyrie, 1 pieza libre y 1 oratorio Además, compuso un auto sacramental musicalizado llamado Ordo Virtutum.
Una de las mujeres más influyentes de la Edad Media, murió a los 81 años en 1179. Dejando muchos trabajos en distintos campos de investigación. Y es considerada la primera mujer en la mineralogía. Sin dudas una mujer multifacética y adelantada a su época, que hoy en día cada vez más seguidores admiran.
Por Paola Echecury