¿Hierbas adelgazantes?
Seguro que alguna vez has leído algo como esto:
Pierde los kilos de más acompañando tus comidas con estas infusiones
O alguien te ha contado que se ha comprado unas píldoras “naturales” a base de hierbas adelgazantes con las que está perdiendo peso muy rápido.
Pues bien, es importante saber qué hay de cierto en estas “promesas” que, hoy en día, mueven un mercado impresionante de productos “milagrosos” y en ocasiones juegan con las esperanzas y con la salud de muchas personas.
¿Cómo funcionan los productos a base de hierbas que proclaman poder adelgazante?
La mayoría de estos productos, en realidad, lo que producen es:
- Un efecto diurético y/o laxante
- Estimulación del sistema nervioso central (aceleran la actividad mental y física) reduciendo el apetito (como la cafeína) y haciéndote que te muevas más (con lo que quemas más calorías, no porque el producto queme las grasas, como se dice de algunos tipos de té “adelgazante”). Por ejemplo, el té verde contiene cafeína y en ello reside su cualidad de “quema-grasa” y su capacidad de reducir el apetito. La grasa no la quema el té, la quemas tú si tu actividad física aumenta.
- Aumento de los niveles de serotonina, una sustancia química del cerebro que, entre otros efectos, crea una “sensación de plenitud”.
Así, el efecto diurético, va a producir rápidamente un descenso en la báscula pero sólo porque nos hace eliminar líquidos, NO GRASA.
Esta pérdida de peso es temporal y rápidamente regulada por el riñón cuando se le deja de interferir en su función con estos compuestos.
Esto NO HACE ADELGAZAR.
El consumo de diuréticos o de plantas con efecto diurético, especialmente cuando no tienen una indicación médica ni supervisión médica, puede conllevar riesgos para la salud.
Pueden producir deshidratación, pérdida excesiva de potasio y por ello alteraciones musculares incluso arritmias cardiacas, déficit de otros electrolitos como el magnesio e hipotensión arterial.
Además hay que tener en cuenta que los diuréticos en realidad “fuerzan” al riñón y podrían provocar alteración de su función e incluso insuficiencia renal.
El efecto laxante de estos productos va a reducir la absorción de nutrientes debido a que aumentan la velocidad del tránsito intestinal.
No eliminan la grasa y no deberían ser utilizados para que “no se absorba lo que entra por la boca”.
Los efectos secundarios podrían incluir diarrea excesiva, deshidratación, pérdida de sodio, potasio y otros electrolitos, además de déficits vitamínicos por la malabsorción y desnutrición a largo plazo. Podrían también causar una irritación excesiva del intestino e inflamación crónica.
El efecto de supresión del apetito por estimulación del sistema nervioso central tampoco está exento de posibles efectos secundarios.
Pueden producir taquicardia (pulso incrementado), elevación de la presión sanguínea, palpitaciones, nerviosismo, irritabilidad e insomnio. Adicionalmente, si se toman a largo plazo, puede desarrollarse euforia y adicción.
El efecto saciante de los productos con acción serotoninérgica tiene lugar a nivel del centro de la saciedad en el cerebro. Su acción también está limitada en el tiempo pues llega un momento en que dejan de funcionar (por depleción total de las catecolaminas neurotransmisoras en el hipotálamo).
Pueden producir hipertensión pulmonar primaria. Además se han detectado ciertas anomalías cardíacas (valvulopatías) en algunos pacientes que toman serotoninérgicos combinados.
La mayoría de las personas que venden productos a base de hierbas tienen un conocimiento limitado de cómo funcionan estos productos en realidad y, curiosamente, olvidan mencionar al cliente los innumerables casos en los que estos productos han producidos problemas de salud.
La mayoría, también “olvida” en muchas ocasiones, explicar o alertar de cómo podrían afectar estos productos a los medicamentos que el cliente pueda estar tomando.
Eso sí, lo que no olvidan es enfatizar que es un producto “natural” implicando por ello que sólo pueden ser beneficiosos para la salud.
Estas preparaciones de hierbas o plantas pueden producir pérdida de peso temporal pero no producen pérdida de peso permanente.
Si reducen el apetito o dan sensación de saciedad claro que harán que tu ingesta de comida disminuya y, si además llevas una dieta adecuada y realizas ejercicio, el peso en la báscula se va a reducir sí o sí.
Por tanto el mérito de la pérdida de peso no va a ser de estas sustancias sino de la reducción calórica y del aumento del consumo de energía.
Por todas estas razones no se recomienda el uso de productos a base de hierbas como ayuda para bajar de peso.
Cambia tus hábitos de vida: Consume las calorías que tu cuerpo realmente necesita, intenta que tu dieta sea sana y equilibrada y realiza ejercicio consistente de manera regular.
Mantén este tipo de vida sana en el tiempo y verás como mantienes tu peso bajo control de una manera saludable. Esta es la clave, así de sencillo.
Muy importante
No tomes productos a base de hierbas si estás embarazada o en la lactancia.
No los tomes tampoco si estás tomando un medicamento a largo plazo como antihipertensivos o antidepresivos.
Sobretodo no tomes productos a base de hierbas si estás tomando medicamentos que tienen un estrecho margen de seguridad, como warfarina, digoxina, fenitoína, litio o teofilina. Si no estás seguro, habla con tu médico antes de tomar cualquiera de estos preparados.
Informa siempre a tu médico si estás tomando cualquier producto de herboristería o medicina alternativa.