Mantener hábitos saludables de higiene es básico en la vida de cualquier persona, pero cuando hablamos de niños hay que extremar las precauciones. Que los niños aprendan a ser limpios y cuidadosos dependen de la conducta que observen en sus padres, por tanto si queremos que sean aseados deberemos empezar por nosotros mismos.
En la higiene infantil tiene especial importancia la ropa y juguetes, esto es, aquello con lo que están diariamente en contacto.
Los niños, tanto los bebés como los más mayores, se ensucian a menudo por ello es importante que cuando esto ocurra se les cambie de ropa, por lo menos cada día deben ponerse ropa limpia y siempre después del baño, que debe ser diario.
La limpieza de la ropa y de los juguetes de bebés y niños es muy importante
Cuando son bebés es mejor lavar su ropa por separado y con detergentes no agresivos, es mejor que sean prendas cómodas y de tejidos naturales para evitar posibles irritaciones. Esta regla es bueno mantenerla siempre, la ropa de los niños debe ser cómoda y práctica, no debe quedarles muy ajustada, ya que esto les evita la transpiración y es recomendable que los tejidos sean resistentes para soportar las tardes de parque y las lavadas. La ropa interior se debe cambiar cada día y en cuanto a los pijamas mejor es que les queden un poco grandes para que descansen con comodidad.
Los zapatos merecen atención aparte. No deben quedarles muy ajustados ni demasiado holgados, lo mejor es que estén hechos con materiales que permitan que el pie tenga flexibilidad en sus movimientos y que transpire. Deben limpiarse y airearse a menudo para evitar malos olores. Lo mejor es que se use un zapato en función de la actividad del niño, unas bailarinas puede que no sean lo más adecuado para jugar en el parque.
Por otro lado los juguetes están siempre en contacto con el niño, muñecos, peluches, coches, juegos de construcción... todos estos juguetes se ensucian y son la vía perfecta para transmitir al niño gérmenes, especialmente si sale con ellos de casa y los lleva al parque o los comparte con otros niños. Por tanto deberemos lavarlos a menudo, si los muñecos lo permiten se pueden lavar en la lavadora, para el resto bastará con pasarle una toalla húmeda, por ejemplo.
El niño puede colaborar y aprender a lavar sus juguetes
La higiene de los juguetes es importante sobre todo si hablamos de niños pequeños, que acaban por llevárselo todo a la boca, la única forma de que estemos seguros es manteniendo los juguetes limpios y en buen estado.
Es bueno que los niños se impliquen en este proceso, si se han llevado los coches al parque o el cubo y la pala, debemos enseñarles que los tienen que limpiar bien antes de guardarlos de nuevo. Para mantener la higiene se recomienda además que los niños tengan un sitio para sus cosas, los juguetes estarán mejor en su baúl o en las cajas correspondientes.
Manteniendo estos hábitos enseñamos al niño a ser cuidadoso con sus juguetes, su ropa y demás objetos personales, una costumbre que se mantendrá ya durante toda su vida.