Revista Cultura y Ocio
Alberto Lauro
Hijo de mortales
Ediciones Vitruvio
Madrid, noviembre de 2011
Poemario ganador del XVI premio internacional de poesía Luys Santamarina- Ciudad de Cieza, es un poemario muy fuerte, muy radical que, como se apuntó durante su presentación en la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia, “asume con mucha dignidad algunos de los aspectos que no en todos sitios encajan con la misma resolución” como conectan con el jurado de este premio.En efecto, se trata de uno de los poemarios más personales que he leído en los últimos años, un libro de una gran sinceridad, donde se habla del amor con una claridad que impacta, se pueda estar de acuerdo o no; como se puede estar de acuerdo o no cuando el autor nos habla del exilio o del encuentro poético con otros autores, porque Alberto Lauro mantiene una enorme intensidad, un profundo contenido personal, emotivo e íntimo que llega al lector y que, estoy convencido, le define como creador poético.El autor cubano nos contó durante la presentación del poemario, en noviembre de 2011, que empezó a escribir los poemas que contiene en 1987, viviendo aún en Cuba, porque es un “poeta muy lento”, como se definió, y los últimos en 2009. Más de veinte años para construir uno de los poemarios más profundos y sinceros que han ganado el prestigioso premio poético de la Asociación Pueblo y Arte de Cieza.Es fácil encontrar los poemas primeros, los escritos mientras vivía en Cuba, esos poemas que hablan de los césares, de la Roma Imperial, que era su recurso para escapar de la censura siempre vigilante, como en todos los regímenes totalitarios. Amante de los poemas culturalistas, pone en práctica su reflexión de que el poema tiene que dejar una enseñanza emotiva o sentimental, incluso que surja de una necesidad, de una urgencia vital, por que si no es mejor dejar de escribir.“Si la poesía no es muy personal, emotiva, sentimental, íntima, ¿para qué escribir más poesía?”, nos preguntó en noviembre pasado. Pues aquí el lector encontrará todo eso, y más.
Francisco Javier Illán Vivas