Título: Hijo dorado (Golden son)
Saga: Amanecer rojo #2 de 3.
Autor/a: Pierce Brown
Editorial: RBA
Páginas: 639 páginas
Sinopsis: ¡Ojo! Puede contener spoilers de Amanecer Rojo!
Tras una implacable competición en el Instituto de Marte, Darrow se ha ganado un puesto de honor entre la élite gobernante. Ahora luce la cicatriz curvada de los dorados, los más crueles y brillantes de los humanos. Pero Darrow no es como ellos…
SU FUTURO SE HA CONSTRUIDO SOBRE MENTIRAS, SU PASADO ESTÁ MARCADO POR LA TRAGEDIA.Y NO PERDONA. NO OLVIDA.
Para hacer realidad su objetivo de destruir el sistema desde dentro, Darrow debe convertirse en el mejor de los dorados. El más fuerte. El más inteligente. El más implacable. Solo así devolverá la luz a su pueblo. Aunque su sombra se torne más oscura a cada paso.
VALOR ESTRATEGIA PODER. CUANDO ALCANZAS EL CIELO DORADO EMPIEZA LA CAÍDA.
Saga#1. Amanecer Rojo#2. Hijo Dorado#3. Morning Star
Opinión personal(sin spoilers):
Llevo posponiendo esta reseña desde que leí este libro por ahí hace casi dos meses. Os preguntaréis por qué. Pues porque sigo dolida tras terminarlo. Mucho. Porque el libro me rompió en mil pedazos y a día de hoy, aún no he sabido recogerlos e intentar reconstruir mi pobre corazón. Y porque fue un libro tan magnífico, tan genial, que tengo miedo de no saber plasmar aquí todo lo que sentí leyendo, todo lo que disfruté. Por que, bajo mi punto de vista, aquí tenéis la que es una de las mejores sagas que he leído en la vida. Ilusa de mi creía que no podía haber nada mejor que Amanecer Rojo. Lo hay, sin duda, y es su continuación, Hijo dorado.
Antes que nada, os advierto que es posible que la reseña esté un poquito bastante llena de fangirleo. Hasta que llegue el dolor, al menos. Avisados estáis. Siendo así, continuemos. La trama, ya desde el principio empieza fuerte. Fuerte de eso que dices "agárrate que vienen curvas". Uy pero tranquilos, eso no es ni la puntita del iceberg y si yo empecé sufriendo ya con sus inicios, para nada del mundo estaba preparada para lo que fue pasando después. Pierce Brown conseguía sorprenderme a cada capítulo con revelaciones, escenas con las que yo me ponía a dar grititos cual fangirl desatada o muertes sin compasión con las que yo me rompía y sufría como la que más. Porque sí, Pierce no se corta a la hora de ir matando y cortando cabezas a quien haga falta. ¿Compasión? ¿Eso que es? Y como a mi las muertes no me gustan (nótese la ironía) debo decir que aunque el dolor por alguna de ellas sigue aquí (y no os creáis que hay pocas muertes, ilusos de vosotros...), yo disfruté como una enana de cada final de capítulo, cada descubrimiento y cada giro inesperado de la trama.
"Durante setecientos años, mi pueblo ha estado esclavizado, privado de voz y de esperanza. Ahora yo soy su espada. Y no perdono. No olvido."
¿Los giros inesperados de Amanecer Rojo? Eso no es nada comparado con lo que os vais a encontrar aquí en Hijo Dorado. Aquí no hay giros. Aquí hay un ponerse a girar y no parar hasta que terminas el libro, te quedas con cara de pasmarote, no lo asumes, y entonces lo vuelves a leer y te vuelve a doler y te vuelves a quedar con la misma cara de tonta que la primera vez. Es así, para qué os voy a mentir. Eso sí, yo me arrodillo ante la manera de escribir de este hombre. Como juega con las palabras y hace magia con ellas. Si si, magia, de la buena. Porque te transporta a Marte, te lleva hasta allí, te sumerge totalmente en la lectura y realmente ha escrito un libro maravilloso al que no le falta ni le sobra nada. Ni una sola escena sobrante en el libro; ni un momento en que pienses que algo sobra. ¡Al contrario! Falta. Podría haber escrito 100 páginas más y yo habría sido feliz de leerlas. Más que feliz. (Aunque os confieso que si Pierce escribiera los cartones de leche, me los leería también... xD). Soy adicta a su escritura, a su manera de describir cada escena, cada batalla. A su manera de jugar con mis sentimientos, porque es un maestro de jugar con los sentimientos de las personas. Y domina el arte mejor que ninguno. Sí, Pierce se ha convertido en uno de mis autores preferidos. No se nota, ¿a que no? :)
El autor tiene una habilidad asombrosa para hacer que nos encariñemos de personajes que sabemos que no deberíamos encariñarnos. Pero eso da igual, porque el lo consigue y después, pasan cosas, y el dolor es real. ¿Qué os puedo contar de los personajes? Hay muchos, verdad. Pero es que cada uno de ellos es... no puedo definirlo. Desde Darrow hasta Octavia, cada uno de ellos está creado con un cariño y una minuciosidad increíble. Cuidados todos hasta el más mínimo detalle. Y en este libro les iremos conociendo a todos un poco más. Desde Darrow -el protagonista- hasta Fitchner u Octavia pasando por otros como Dancer, Sevro o Mustang. ¿Mis personajes favoritos? Darrow y Sevro, of course. Son totalmente OTP desde la primera escena que están juntos en Amanecer Rojo. Pero es que aquí en Hijo dorado ya fue todo como demasiado perfecto. Admito que he pasado a odiar personajes que amaba en la primera parte y al revés. Y otros de los que me ha dolido mucho su marcha -sigo sin superarlo, yo lo siento-. Pero es que Pierce Brown crea unos personajes que son increíbles. De verdad.
Os estaréis preguntando qué tiene de malo esta saga. ¡NADA! Es perfecta. De principio a fin. Ni una página que sobre, ni una conversación. Ni siquiera un solo punto. Y yo sigo preguntándome por qué esta saga no está siendo más conocida con lo buenísima que es. Enserio, una p*** pasada. No os la recomiendo porque sería quedarme corta. Os obligo a que la leáis. Porque no tengo ninguna duda de que os va a encantar tanto como a mi. Ahora nos queda esperar. Esperar mucho para que salga Morning Star y Pierce nos vuelva a matar a todos. Para ver como todo termina. Pero yo sigo sin estar preparada. No quiero que termine. No quiero despedirme de esta increíble saga ni de sus personajes. Porque si Hijo Dorado ha sido difícil, Morning Star me va a destrozar. Más aún si es que eso es posible. Yo solo quiero que el tiempo corra rápido para tenerlo en mis manos y a la vez no porque no quiero que termine. De verdad, cogedla, leedla, amadla y enamoraos de esta historia porque no puede ser de otra manera. Tiene todos los elementos perfectos para ser una de las mejores trilogías escritas en todos los tiempos por su originalidad y su intensidad. Yo ya os digo, para mi, de mis favoritas, de cabeza y sin pensarlo. Y le pongo un 5 porque no hay más nota, porque si pudiera, le daba un infinito y me quedo tan ancha (?). Siento la emoción y el fangirlismo de esta reseña. Aún así, no habré transmitido ni la mitad de lo que quiero deciros pero aún así, espero que os animéis a leerla, de verdad.
Una novela que ha sido la continuación perfecta, que ha superado con creces su primera parte y por la que no puedo esperar a tener su tercera y última parte a pesar de que no quiero que termine. Intrigante, con acción, unos personajes sublimes y una escritura increíble que ha hecho que Pierce pase a ser de mis autores favoritos y su saga, de las imprescindibles. Leedlo, os encantará.
~Agradecimientos a RBA~