Armado con una plancha doméstica y una sola pieza de tul, en ocasiones de hasta 50 metros, Benjamin Shine crea verdaderas obras maestras en las que deja inmortalizados los retratos de personajes famosos con un realismo sorprendente.
Él utiliza las cualidades transparentes del tul para generar tonos y sombras que hacen que sus retratos parezcan fotografías cuando se los observa de lejos desde lejos. Mientras que las pinturas y los lápices pueden crear la ilusión tridimensional en los cuadros, el tul realmente le da una textura y profundidad real.
Fuente: benjaminshine.com
