Todos sabemos que hay dos estados primarios de conciencia: vigilia y sueño. Pero, ¿crees que también hay un estado intermedio? Este estado se llama hipnagogía, una palabra que deriva de las palabras griegas ‘hipnos’ (sueño) y ‘agogos’ (conducción), que significa el estado que conduce al sueño.
¿Alguna vez has dormido una siesta y has experimentado un extraño estado de trance en el que las imágenes, los colores, los sonidos e incluso las historias de sueños se desarrollan en tu mente? ¿Alguna vez te has encontrado durmiendo y viendo un caleidoscopio de colores y formas moverse dentro y fuera de tu mente…. o cosas extrañas como caballos convirtiéndose en helicópteros? Estas experiencias son hipnagogía en acción y es probable que experimentes hipnagogía varias veces a la semana, o incluso todos los días antes de que te duermas.
Entonces, ¿cómo puede este inusual estado de limbo contribuir a nuestra auto comprensión y crecimiento espiritual?En este artículo, explicaré cómo.
Tipos de hipnagogía
Dependiendo de si eres principalmente una persona visual (orientada a la imagen), auditiva (orientada al sonido) o kinestésica (orientada físicamente), tu experiencia hipnótica variará.
Comprueba aquí el tipo de persona que eresÉstas son las formas más comunes en que se experimenta la hipnagogía:
Imágenes – por ejemplo, monocromáticas o coloridas, estáticas o en movimiento, planas o tridimensionales – por lo general las imágenes son fugaces, pero a veces forman escenas oníricas completas.
Sonidos – pueden ser fuertes o silenciosos e implican escuchar música, voces, fragmentos de conversación, lluvia, viento, ruido blanco, palabras repetitivas, tener que llamar a alguien por su nombre, etc.
Acciones repetitivas – conocidas como el “efecto Tetris“, cuando una persona ha pasado mucho tiempo haciendo algo repetitivo (como trabajar, jugar al ajedrez, hacer ejercicio, leer) puede encontrarse haciendo lo mismo que cae en el estado hipnagógico.
Sensaciones físicas – los sabores, olores, texturas y sensaciones de frío y calor se pueden experimentar durante la hipnagogía, así como sensaciones de flotar, caer, abandonar el cuerpo o que el propio cuerpo cambie de forma.
Procesos mentales – al borde del sueño los pensamientos comienzan a tomar una cualidad fluida y libre asociada en la que se transforman y evolucionan de maneras inusuales, abstractas e innovadoras, no influenciadas por el ego.
Parálisis del sueño – la incapacidad temporal para moverse puede, en algunos casos, acompañar a la hipnagogía, sin embargo, aunque este estado puede ser alarmante, es inofensivo.
También es posible (y común) experimentar múltiples formas de hipnagogía. Por ejemplo, puedes entrar visualmente en un recuerdo del día que se transforma ante sus ojos en una serie de sensaciones físicas y sonidos. Las combinaciones son ilimitadas.
Oneiromancia espiritual, Dalí, y yoga del sueño
A lo largo de la historia, ha habido muchos escritores, artistas y filósofos que han utilizado la hipnagogía como una forma de desencadenar nuevas ideas, percepciones e incluso invenciones.
El artista Salvador Dalí, la escritora Mary Shelley (autora de Frankenstein) y el inventor Thomas Edison son algunas de las figuras históricas más notables que han utilizado la hipnagogía para estimular nuevas y descaradas ideas. Tanto Dalí como Edison, por ejemplo, utilizaron técnicas muy similares de sentarse con objetos en sus manos (una llave para Dalí y bolas de bronce para Edison) y despertarse una vez que el objeto cayera golpeando el suelo. Este repentino despertar les permitió salir rápidamente de su sueño hipnagógico y escribir los pensamientos e imágenes que habían estado bailando a través de sus mentes.
En el budismo tibetano, los estados hipnagógicos se utilizan como una forma de practicar ‘soñar yoga‘. El yoga de los sueños es una forma de práctica espiritual que se basa en la premisa de que los estados oníricos se pueden utilizar para entrenar la mente a fin de aumentar la conciencia espiritual. Esta auto disciplina puede contribuir a la experiencia de la iluminación.
En la era moderna, hay un nicho de personas que se refieren a sí mismas como oneiromantes; o individuos que usan los sueños como una forma de adivinación. La palabra oneiromancia viene del griego ‘oneiros’ (sueño) y ‘manteia’ (profecía). Tales personas comúnmente usan e interpretan los sueños como una forma de profetizar el futuro.
Incluso psicólogos como Carl Jung y Sigmund Freud se han interesado mucho por los sueños y sus significados potenciales. Jung era conocido por su fascinación por los sueños y su conexión con la mente inconsciente desde la infancia.
No puedo responder personalmente por el aspecto adivinatorio de los sueños (como en”oneiromancia”, aunque he tenido sueños proféticos). Además, creo que predecir el futuro es inútil y una gran distracción a menos que vaya acompañado de un trabajo basado en el presente. Es por eso que mi enfoque de los sueños y la hipnagogía está dirigido específicamente al crecimiento psicológico. Sin entenderse a sí mismo, sin encontrarse con su propia sombra, sin descubrir y lidiar con viejos traumas y heridas, y sin integrar lo que encuentra, no llegará muy lejos. Todo el trabajo de ensueño del mundo será sólo eso: un montón de fantasía.
La experiencia de estar medio despierto y medio dormido
La hipnagogía es el camino más corto para la comunicación desde nuestro subconsciente. – Sirley Marques Bonham Ph.D, Físico
En el mundo secular, la hipnagogía se utiliza a menudo como una forma de estimular la creatividad. Pero propongo, al igual que los budistas tibetanos y su”Yoga del Sueño” y Carl Jung y su técnica de “Imaginación Activa”, que la hipnagogía también puede ser utilizada para el descubrimiento psicológico profundo.
Buscando encontrar patrones, interpretando las imágenes que surgen, y entrando en contacto con los aspectos fragmentados de ti mismo, la hipnagogía es una forma poderosa de auto-exploración, y una con el potencial de unirte con la Totalidad de tu Alma y su propósito final.
La mente inconsciente es la parte de nuestro cerebro que contiene todo lo que hemos enterrado y olvidado: recuerdos, mecanismos de defensa, heridas, traumas ancestrales, fuerzas arquetípicas o “sub-personalidades”, lo que sea.
En el estado de trance de la hipnagogía, podemos observar nuestra mente inconsciente y su contenido cuando comienza a burbujear a la superficie.
Cómo usar la hipnagogía para explorar su mente inconsciente
Si quieres aprender una manera simple y efectiva de usar la hipnagogía para explorar tu inconsciente, practica la siguiente:
1. Establece una intención -“Prepara” tu mente y prepárate antes de irte a dormir o de tomar una siesta por la tarde. Puedes hacer esto pensando constantemente en lo que quieres explorar unos 20 o 30 minutos antes de ir a descansar. Por ejemplo, tu intención podría ser averiguar por qué luchas por tener auto control alrededor de ciertas personas, qué creencias mentales están bloqueando tu felicidad, qué es lo que tu Sombra quiere decirte, o cualquier cosa que tenga que ver contigo como persona. Me parece que ayuda ser muy claro sobre mi intención y resumirla en una oración. Incluso puede escribir esta frase en un pedazo de papel si te ayuda. Por ejemplo, tu intención resumida podría ser “Quiero entender por qué siempre atraigo a los socios equivocados”, “Quiero descubrir cómo fortalecer mis límites sociales”, “Quiero saber por qué me siento tan infeliz y perdido”, etc. Meditar en tu intención es también una poderosa forma de preparar tu mente de antemano.
2. Busca algo para registrar tu experiencia – Antes de entrar en hipnagogia, busca un cuaderno, diario, bloc de notas o grabadora activada por voz (hay aplicaciones móviles para eso), y colócalo junto a tu cama/sofa/silla.
3. Pon una alarma suave – En promedio, se tarda de 10 a 20 minutos en dormirse. Así que tómate un momento para considerar cuánto tiempo te toma en promedio quedarte dormido. ¿Te hundes rápido? En este caso, es posible que desees configurar la alarma de tu teléfono o reloj en 10 minutos. Si tardas mucho tiempo en dormirte, experimenta con ajustar la alarma a 20 minutos. Con la experiencia y la evaluación de lo cansado que estás de antemano, podrás ajustar hábilmente la alarma a la cantidad perfecta de tiempo que necesita.
4. Toma una siesta – Recuerda, tu intención no es quedarte dormido (aunque si eso sucede, no te preocupes, ¡puedes tomar práctica!). Acuéstate en tu cama, sofá o lo que sea cómodo y relájate. Deja que tu cuerpo y tu mente se desvíen hacia un estupor suave y nebuloso. Descansa completamente y déjate llevar por la calma.
5. Observa tu mente – No siempre es posible observar claramente tu mente, particularmente cuando tu conciencia se está desvaneciendo, por lo que este paso lleva a la práctica. Puedes usar la sensación de tu respiración o de tu pecho subiendo y bajando para ayudarte a anclarte a la conciencia a medida que te das cuenta de lo que está sucediendo.
6. Hora de grabar! – ¡Bzzzzzz! En algún momento su alarma sonará. (Esperemos que pongas una alarma suave, porque las alarmas fuertes y odiosas pueden ser realmente, bueno, alarmantes. Una vez que te hayas despertado, registra lo que has escuchado, visto, sentido o experimentado. Hazlo rápido para que no te olvides.
7. Interpretación – Reflexiona sobre lo que has escrito, dibujado o grabado. ¿Cuáles son los primeros pensamientos o sentimientos que te vienen a la mente? Si experimentas una fuerte reacción física/emocional, has encontrado la interpretación correcta. ¿Tu interpretación te inspira, excita o conmociona? Si es así, probablemente se interpreta correctamente. Según el analista junguiano Robert A. Johnson, la mejor manera de saber si has interpretado correctamente las imágenes de los sueños es por el nivel de energía que hay detrás de ellas. En otras palabras, si tu interpretación se siente plana, aburrida o sin vida, es probable que sea errónea. Pero si te sientes vivo y emocionante, es probable que haya encontrado su respuesta.
Además, recuerda que las imágenes hipnagógicas pueden ser muy abstractas o muy directas: son bastante impredecibles. A veces lleva un tiempo interpretar lo que has experimentado. A veces el material de tu mente no será relevante para tu pregunta o intención. Sigue practicando. A menudo, las imágenes, las palabras, los sonidos y las sensaciones pueden sentirse completamente ajenas a su pregunta. Pero cuando los vuelves a visitar unos días después, algo puede hacer ‘clic’ y puede que de repente descubras lo pertinentes y simbólicos que son.
8. Medita en tu descubrimiento – Después de haber interpretado tu contenido hipnagógico, siéntate y reflexiona sobre él. Medita sobre sus implicaciones, lecciones y consejos. Te animo a que escribas en un diario tus experiencias con la hipnagogía, ya que esto profundizará tu capacidad de aprender y crecer a partir de la práctica.
La hipnagogía es un mundo tripulado, fascinante, caleidoscópico, lleno de potencial y posibilidades infinitas. Lo mejor de todo es que proporciona una puerta de entrada fácil a su mente inconsciente.
Al tomar ventaja de este estado mental fugaz, tienes la oportunidad y la capacidad de resolver problemas, obtener orientación y experimentar más paz y plenitud interior.
Fuente | Uplift