Hisop, una estrella de la que disfrutar a menudo

Por Marisa Oliver.  Hace unos días y con motivo de mi cumpleaños decidí preguntar en  las redes sociales por un buen sitio al que ir y tuve respuestas de lo más variopintas de muchos compañeros bloggers y foodies de la ciudad.

Hubo uno en especial que me llamó la atención, Hisop. Recuerdo perfectamente la primera vez que escuché hablar del restaurante, hace más de 10 años. estaba viendo la tele y salió el reportaje de un pequeño restaurante en Barcelona que había abierto sus puertas no hacía mucho y donde hacían cocina creativa. Lo que vi en la tele me impactó tanto que enseguida me puse a indagar de lo que me costaría ir a aquel maravilloso rincón gastronómico.

En aquel entonces todavía era medio estudiante medio trabajadora. Es decir, trabajaba para pagarme mis estudios, y un restaurante de esa categoría no entraba en mi presupuesto.

Cuando Belle Barcelona me lo recomendó pensé…ummmm ahora sí podrías ir, así que no me lo pensé dos veces ¡y eso es lo que hice!.

Hisop es un restaurante pequeño, ubicado en el passatge Marimón, al lado de Casanova y entre Trav. de Grácia y Diagonal.

Soy de las que piensa que cuando vas con mucha emoción a un lugar ya estás predispuesto a que todo te guste, sin embargo, creo que en Hisop podrían conquistar el paladar más cerrado y exigente que puedan encontrarse. Ya nada más entrar te recibe un equipo que te atiende de maravilla, sonrisa amplia y amabilidad natural. En cuanto a la oferta gastronómica, Hisop cuenta con varias fórmulas:

Un menú degustación divino por 75€ (90€ con maridaje de vinos), otra fórmula de mediodía algo más económica y la

carta.

En la fórmula de mediodía, que fue la que nosotros elegimos nos dieron a probar dos aperitivos, una lemon pie de chicharrones, que podéis ver en la imagen y royal de boletos con jurel y haba tonka.

Continuamos con una ensalada de sepietas, vinagreta de mostaza y lechuga de mar, bizcocho de café i mitzuna, que son unos brotes verdes japonenes. Comentar que las sepietas estaban muy jugosas, hechas en su punto. La mezcla fue curiosa y sorprendente, evidentemente queríamos más…así que continuamos con el resto.

Lo que vino a continuación fue un gazpacho de melocotón con mollejas (se escoden bajo el gazpacho), cuajada y cebollitas asadas. Saboreamos cada uno de sus ingredientes, que bailaban en la boca con una harmonía sublime. Un plato excepcional sin duda.

A continuación un pescado, en esta ocasión fue un san pedro (parecido ala merluza) con yogurt, rebozuelos y estragón fresco. El pescado estaba muy fresco y cocinado a baja temperatura, algo que por muy cocinillas que seas, no logras en casa, por lo que si eres amante del pescado verás la diferencia de textura y sabor.

Pasamos a la carne, un magret de pato teriaky con judías de sta pau y rabanitos. Las judías no se ven, están debajo de la

carne. Este plato nos pareció especialmente delicioso, con mucho rock and roll y lleno de sabor.

¿Qué rico todo verdad?, un menú súper completo para ser fórmula de mediodía, desde luego que todos los que vivimos la gastronomía como el arte de disfrutar tenemos al abasto en nuestra ciudad una propuesta asequible para disfrutar a menudo. este menú lo van actualizando cada 3 semanas por lo que siempre tienes algo nuevo que probar.

Después de la carne era la hora de bajar pulsaciones, no sin antes probar el cajón de quesos que tienen delicadamente cortados y seleccionados para sus comensales. Un abanico de varios cortes procedentes de Francia, algunos de la tierra y alguno del sur de Inglaterra. Todos buenísimos, y sentimos no disponer de foto pero nos pudo el impulso y cuando quisimos ya no había queso!.

Después del momento no foto de los quesos llegó la hora de bajar pulsaciones de verdad, para ello Oriol nos preparó un delicioso mojito de melón y pepino. Una propuesta deliciosa y refrescante que nos ayudó a hacer hueco apra lo que acontecía después. Un fantástico helado con higo, chocolate,  limón y albahaca.

Personalmente es la primera vez que pruebo la albahaca en un postre, el contraste es fantástico y me acojo a esta idea para hacer alguna cosita en casa que espero enseñaros más adelante.

No soy una persona de hacer café pero no quise perderme los petit fours del Hisop: manzana caramelizada en menta, rollito de zanahoria, y trufas… naif y sublime

Por último hablaros del vino. Mi acompañante no bebe así que la mayoría de las veces bebo vino a copas.  Me recomendaron un vino francés un Cuvée des Galets de Côtes du Rohone, un vino no filtrado que lleva Garnacha y Syrah, y que maridó perfectamente con el menú. Tomo buena nota para hacerme con él y escribiros mi opinión más extensa sobre él en el portal  blog de vino porqué ya he hecho algunas búsquedas y no es fácil de encontrar, almenos por internet.

Ummmceloneses, espero que os haya gustado nuestra review. Nosotros estamos entusiasmados con la visita, la comida y el trato, esperamos volver pronto.

Pido perdón porqué algunas fotos han salido un poco oscuras :), esto se debe a que el local tiene luz íntima.

Nos vemos en algún restaurante!