En el post anterior nos referíamos a cómo se involucró a The Beatles en la trama conspiranoica que denuncia el complot llamado Nuevo Orden Mundial y mostrábamos como, casi sin diferencias, se adjudicaba el mismo plan al Comité de los 300 y al Club Bilderberg indistintamente. También allí mencionamos una posición que concuerda con esa inclusión de The Beatles en esa trama conspirativa, pero sigue adelante en cuanto a las connotaciones en el plano religioso, hacia donde termina llevando su planteo. Se trata de un texto del periodista norteamericano Donald Phau, que se conoce a través de Internet, del que no tenemos noticias de una edición en papel. Señalábamos también que los pocos datos acerca del autor se pueden hallar en la Encyclopedia Of American Loons, en la cual se lo presenta como cercano a Lyndon LaRouche, personaje singular del panorama político de USA, aspirante a candidato presidencial en varias oportunidades por el Partido Demócrata, tildado como marxista por unos y como fascista y racista por otros. Sus resultados rondaron entre el 2 y el 5% en las primarias demócratas. Este Lyndon LaRouche coordina una publicación, Executive Intelligence Review [EIR], citada numerosas veces en los libros mencionados en el post anterior. Estulin citaba a Phau y a Coleman, Phau citaba a Coleman y a LaRouche, Coleman considera a LaRouche como héroe cívico, LaRouche cita a Coleman, Estulin recurre a publicaciones de EIR como prestigiosa publicación. Y no seguimos, pero queda claro que hay un círculo de retroalimentación que hace, al menos, dudar de la originalidad de los planteos.
En esta posición y otra que veremos luego, influye notablemente el episodio de 1966 en que John Lennon declara que el Cristianismo pasará y que en ese momento The Beatles eran más populares que Jesús. Es bien conocida la reacción que produjo sobre todo en el llamado Cinturón Bíblico de Estados Unidos, varios Estados del sur, manifestando gran repudio a las expresiones de Lennon, llevándolas al significado de que se creían mejores que Jesús y que demostraban un abierto anticristianismo. Pero no fue sobre lo único que ejerció influencia. No bastó que de algún modo se hubiera desdicho, sino que se perpetúa ese episodio como el origen de una actitud de irreligiosidad que se extenderá hacia todo el mundo del Rock.
En su concepto, la llamada British Invasion y la Beatlemania fueron estrategias planeadas a comienzos de los '60 para contrarrestar los efectos del asesinato de Kennedy y el movimiento por los derechos civiles y el liderazgo de Martin Luther King que había manifestado en Washinton al frente de medio millón de personas. Agrega que sobre finales de la década, en respuesta a los movimientos de estudiantes y trabajadores bajo el espíritu del '68, la respuesta programada fueron los grandes festivales de rock al aire libre.
Los conciertos de rock fueron concebidos como medio de reclutamiento masivo para la cultura saturada de drogas y sexo libre. [...] En los últimos 30 años la sociedad occidental estuvo bajo la amenaza de un deliberado plan de conflicto cultural, con el propósito de eliminar la civilización judeo cristiana como la conocemos.[A pesar de que se fecha el texto en 2000, da la impresión, por el contenido de ser anterior dentro de la década de los '90]
Phau propone retrotraerse al comienzo de esta historia, a la creación artificiosa de The Beatles en el despunte de los '60. En esto coincide con los autores reseñados en el post anterior: The Beatles eran una banda de poca monta, groseros, poco talentosos, destinados a escenarios sórdidos, promiscuos y asiduos usuarios de drogas como el Preludin. Repite lo que dicen varios acerca de las 'maldades' de ellos en Hamburgo, contra personas, especialmente cristianas. De pronto, son notificados de que EMI quiere grabar con ellos. Ahí se produce la transformación, la fabricación de The Beatles. Dice Phau: Bajo la guía estricta del director de grabaciones de EMI, George Martin y Brian Epstein, The Beatles fueron restregados, lavados y su pelo estilizado al corte Beatle. Martin, de EMI, creó a The Beatles en su estudio de grabación. [Hagamos abstracción de que la estilización de The Beatles primero estuvo a cargo de Astrid Kircherr en cuanto al peinado, antes del contrato con EMI y luego de Brian Epstein en la vestimenta. Véase este post anterior
A esta altura de la historia hace entrar a EMI y a Sir Joseph Lockwood su líder, sindicándola como parte del establishment de la inteligencia militar británica. Sostiene que la popularidad de la banda fue creada artificialmente, mintiendo acerca de las multitudes que los aclamaban. Sobre su primera ida a Estados Unidos dice que las multitudes que los recibieron fueron orquestadas en el Aeorpuerto Kennedy y en las calles, preparando lo que esperaban fuera una audiencia masiva de su presentación en TV. El Show de Ed Sullivan, donde fueron presentados a la sociedad norteamericana, tuvo una audiencia de más de 70 millones de espectadores.
A partir de allí comienza a dar datos sobre organizaciones satánicas y como se entremezclan con las bandas de rock y otros grupos. Por ejemplo, The Rolling Stones y su entorno, la Process Church [satanista], el Clan Manson, etc. Allí se detiene para referirse a un personaje del esoterismo británico, del cual se hicieron devotos: Aleister Crowley. Un gran admirador de Crowley era el cineasta Kenneth Anger que realizó el film Lucifer Rising, cuya banda sonora Phau adjudica a Mick Jagger. A instancias de Anger también incursionaron en el satanismo, dice Phau, Marianne Faithfull y Anita Pallemberg, ambas del entorno Stone.
Según Phau, las reacciones de las autoridades fueron insignificantes: la BBC prohibió la difusión de A Day In The Life y en USA, el Gobernador de Maryland, Spyro Agnew promocionó que se prohibiera Lucy In The Sky With Diamonds.
Siempre según Phau, había un plan más amplio en operación. estaba vinculado al MK-Ultra e implicaba usar a los satanistas cercanos a Philips, junto a agentes como Ken Kesey y Timothy Leary. El plan consistía en volcar a San Francisco hacia el terreno de juego de los satanistas, el reclutamiento masivo y pervertir a los jóvenes adolescentes fugitivos.
Phau considera que Woodstock fue un experimento que puso en situación de sometimiento a los 400.000 jóvenes que acudieron, bajo los efectos de drogas. El último episodio de los '60 que reseña en relación a los Festivales masivos es relativo al de Altamont, al que considera otro experimento de consumomasivo de LSD. Con menos cuidados que para Woodstock, el Festival contó con la seguridad del grupo Hell's Angels que terminaron matando a un joven negro en medio del concierto de los Rolling Stones, episodio que puede verse en el registro de esa actuación en el film
Gimme Shelter. Phau sostiene que todo fue parte de un ritual satánico preplaneado y que tuvo su punto de climax cuando Jagger comenzó a cantar Sympathy For The Devil.
Phau se va deslizando hacia el final de su planteo contando cómo, de los dominios del rock tradicional se creó un ámbito de rock que impulsaría aún más el satanismo: los inicios del Heavy Metal, que asocia con el surgimiento de la banda de Ozzy Osbourne, Black Sabbath. Apelando a un 'testimonio' de un satanista arrepentido y vuelto al redil del cristianismo, sostiene que el comienzo del Heavy Metal fue producto de la Iglesia de Satán, que impulsó bandas como Black Sabbath, The Blue Oyster Cult, The Who y la carrera solista de Ozzy Osbourne. Y como una serpiente que se muerde la cola, vincula a esta Iglesia de Satán con el mencionado arriba Kenneth Anger.
Del mismo testimonio, Phau extrae la siguiente afirmación:
'Los enviábamos a una tienda, los surtíamos con uniformes y equipos. Todo estaba pago a través de nuestro dinero. Los poníamos en gira, hacíamos los contactos y los agendábamos.' Pero si el grupo no cumplía las órdenes que les daban, estaba previsto requisarles el dinero o se hacían otros arreglos, que quizás sean la clave de docenas de suicidios de estrellas de rock.
Como se puede apreciar, no es un texto de elevado nivel y que contiene muchas interpretaciones retorcidas. Como ocurre en los casos en que se suponen conspiraciones [no importa si políticas, económicas o satánicas] se intenta atar todos los cabos a como dé lugar, aunque haya que hacer varios tours de force, de lo cual resultan varias moscas atadas por el rabo.
El otro caso también se basa en el rock en su relación con el Cristianismo, pero no parte de ningún complot del cual el rock sea instrumento, aunque desliza la tesis de que el rock es un instrumento directamente satánico. Se trata de un voluminoso libro titulado La Música Rock y el Cristiano, obra conjunta de varios autores, dirigida y escrita mayoritariamente por el teólogo adventista Samuele Bacchiocchi, publicada originalmente en inglés como The Christian and Rock Music, en 2000, por Biblical Perspectives en Michigan, USA y editada en español en 2004 por la misma editora. Aclaremos que los adventista son una especie particular de cristianos protestantes, que afirman la interpretación personal de las Escrituras y solamente basan su fe en ellas, son estrictos en cuanto a alimentación y conductas, creen en la inminente segunda venida de Cristo, rechazan la celebración de la Navidad y la Pascua, prohíben la ingesta de alcohol y el uso de joyería y tienen su día de celebración los sábados, entre otras particularidades.
Ciertamente también hacen su buen hincapié en las declaraciones de Lennon de 1966 acerca del Cristianismo, lo cual les da mucho para insistir en el carácter impío de The Beatles en particular y del Rock en general.
Pero su punto de partida es la consideración de si en las celebraciones religiosas de las Iglesias Adventistas se debe aceptar la música rock aún como expresión litúrgica cristiana, habida cuenta de que en algunas comunidades adventistas se estaba produciendo ese fenómeno. Y se preguntan los autores acerca de si es posible 'cristianizar' al Rock, cuyo origen está fuera de la religión. Es más, se preguntan si sería lícito hacerlo. Desde la primeras páginas de las 400 que tiene el libro se adivina que la respuesta será negativa y que el planteo será refractario con respecto a un posible Rock Cristiano.
Por tanto haremos énfasis en los planteos en los que se refiere a esa imposibilidad y a las características satánicas del Rock y nos centraremos en particular en la visión que dan de The Beatles, lo que justifica que consideremos que este libro forma parte de la Leyenda Negra.
Dejaremos a un lado todo lo que refiere a las características de la música cristiana y a las condiciones necesarias para ser música litúrgica, porque, aunque puede dar buena idea de los presupuestos, prejuicios y dogmas que manejan los autores, es una discusión interna dentro del marco de la Iglesia Adventista que no reviste interés a nuestros efectos.
Cada capítulo aparece ordenadamente planteado. Primero se expone el asunto a tratar de modo sumario. Luego se establecen los propósitos de ese capítulo. Se pasa después a la exposición de las consideraciones del tema y finalmente se explicitan conclusiones y referencias bibliográficas. Pero es un libro donde curiosamente lo metódico es exclusivamente formal, ya que el instrumental de análisis no es en absoluto objetivo, aún cuando se citen estudios que se reputan de científicos, el análisis está teñido de premisas que provienen del ámbito de las creencias y no de las evidencias, con lo cual en el propio desarrollo están delineadas las conclusiones. Un buen ejemplo de método meramente formal y contenido básicamente dogmático.
Más nos interesa el capítulo 3, La música rock desde una perspectiva históricaya que allí encontramos las consideraciones respecto a The Beatles. En el planteo de la temática, Bacchiocchi se apoya en el libro de Allan Bloom The Closing of the American Mind en el cual el autor la emprende contra el rock con expresiones como 'comida chatarra para el alma', 'pasiones más crudas' y que no tiene 'resistencia intelectual', así como también afirmar que el efecto en el cerebro por la exposición prolongada a la amplificación electrónica de la música rítmica es similar a la de las drogas.
Bacchiocchi se pregunta
¿Es la música rock solo un estilo musical como muchos otros o incluye ciertas creencias 'religiosas', casi poderes hipnóticos y sistemas valóricos que son contraculturales y anticristianos? Y, anticipadamente ya contesta: Nuestra investigación indica que la música rock es un movimiento revolucionario 'religioso' contracultural y anticristiano que utiliza su ritmo, melodías y letras para promover, entre otras cosas, una visión del mundo panteísta/hedonista, un abierto rechazo a la fe y valores cristianos, la perversión sexual, la desobediencia civil, la violencia, el satanismo, el ocultismo, el homosexualismo y el masoquismo. [...] una música de rebelión que desafía a Dios, rechaza la moralidad aceptada y promueve todo tipo de conductas pervertidas.
Comienza luego un periplo por la historia del Rock y se detiene en los principales mojones. La influencia de la música negra, el acto de designación de una nueva música con el nombre Rock and Roll [esta frase era utilizada en los barrios bajos como eufemismo para las relaciones sexuales promiscuas efectuadas en el asiento trasero de un vehículo, destaca Bacchocchi y aunque el dato es cierto, el modo de expresarlo es condenatorio]por el disc jockey Alan Freed, el entorno de escándalos, los primeros ídolos del rock'n'roll hasta la llegada de Elvis. Allí se detiene en su enorme influencia, en el influjo de sexualidad que contenía su presencia. Las técnicas en platea de Presley eran fuertemente viscerales en los movimientos y sacaban de sus audiencias no solo adulación sino también una respuesta lujuriosa [que][...] pronto llegó a ser evidente en la conducta destructiva y los motines de sus seguidores durante los conciertos de rock. [...] Repentinamente el triunvirato de escuela, familia e iglesia estaba perdiendo significado.
Cuando se ocupa de los '60, reseña como factores impulsores del rock'n'roll aspectos como la guerra de Vietnam, el movimiento Dios está muerto [movimiento teológico del siglo XX con reminiscencias de Nietzsche], el movimiento hippie, los asesinatos políticos [los Kennedy, Martin Luther King, Malcolm X, etc.], el avance de las drogas, el temor a una guerra nuclear y los movimientos de protesta [con punto máximo en mayo de 1968].
Según Bacchiocchi los puntos de vista teológicos de los Beatles fueron más claros durante los últimos cinco años. [...] Cuando regresaron de la India en 1965 [nuevamente una extraña cronología] se comportaron como si hubiesen tenido una formas de experiencia de 'conversión'. [...] Descubrieron que pretendidamente el LSD revela una verdad oculta a la gente, a saber, que todo el mundo es una masiva, celestial divinidad y que todos nosotros somos potencialmente divinos. Bacchiocchi considera que eso va en desmedro de las religiones monoteístas, como el Cristianismo y a favor de religiones como el hinduísmo, el budismo o la New Age [sic].
Se dedica luego a exhumar expresiones 'anticristianas' como partes de canciones de Lennon aunque se confunde dónde están las citas que refiere, adjudicando parte de God a I Found Out.Se remite a declaraciones de McCartney como que ninguno de los Beatles creen en Dios. También sostiene que las tendencias hinduístas sobrevinieron tras dar la espalda al Cristianismo.
Pasa revista a todos los lugares comunes de la influencia satánica, sobre todo en gestos y actitudes, pasando por los cuernitos que Ronnie James Dio introdujo en el Hard Rock y Heavy Rock. Pero señala, claramente orientado a dar a los Beatles una instancia inaugural de la actitud satánica, que éstos aparecen siendo la primera banda en utilizar este signo en la cubierta de su álbum 'Yellow Submarine'
Bacchiocchi afirma que el llamado
golpe de rock es de origen satánico, basándose en lo que Jeff Godwin, el predicador fundamentalista, ex drogadicto y ex rockero, escribió en su libro Dancing With Demons. Dice que da una sobresaliente evidencia de la cantidad de músicos populares del rock que han estudiado el antiguo golpeteo del culto de adoración satánico. Esos rockeros incluyen a Brian Jones, John Philips y Paul McCartney. Esos hombres han estudiado con maestros satánicos con el objeto de aprender cómo utilizar efectivamente el poder hipnótico del golpe rockero en sus canciones.
En parte esto exculparía a los músicos de rock, ya que la voluntad es la de Satanás que se los ha ganado a ellos, pero no deja de señalar que son instrumentos irredentos al servicio del señor de las tinieblas. Este será el principal argumento para rechazar la posibilidad de que la música rock ingrese a los templos, ya que su origen y naturaleza son demoníacos. Para la década de los '80, hasta donde hace llegar su panorama, dedica algunos párrafos a los Sex Pistols, a Madonna, como lo máximo en sexualidad, a Michael Jackson como el humano deificado, al Heavy Metal y al Rap.
En sus conclusiones afirma que el rock pasó un proceso de endurecimiento fácilmente discernible. Lo que empezó en la década de 1950 como rock simple, gradualmente vino a ser mellow rock, rock folklórico, soul rock, funk rock, rock psicodélico, disco, hard rock, heavy metal rock, punk rock, thrash metal rock, rave rock y rap rock. Cada tipo nuevo de rock ha probado ser más explícito sexualmente, violento y vulgar que los anteriores.
Luego especifica: 1. La música rock, en cualquiera de sus formas, distorsiona el mensaje de la Biblia simplemente porque el medio afecta el mensaje. [...] 2. La música rock compromete la posición de la Iglesia de separarse. El mandato cristiano no es conformarse con el mundo sino confrontar al mundo con las verdades reveladas por Dios. [...] 3. La música rock encarna el espíritu de rebelión. Nuestra investigación histórica nos ha mostrado que la música rock promueve, entre otras cosas, una visión mundial panteísta/hedonista, la perversión sexual, la desobediencia civil, la violencia, el satanismo, el ocultismo, la homosexualidad, el masoquismo y el rechazo abierto de la fe y los valores cristianos [aspectos que había anticipado en la introducción] [...] 4. La música rock puede alterar la mente [...] su golpe hipnótico puede alterar la mente, debilitar la sensibilidad e inhibiciones morales y causar que la gente escriba, vea y haga las cosas más horrorosas. No se conoce ningún otro género musical que tenga las mismas capacidades de alterar la mente.
Existen otros textos semejantes que se centran en el origen e inspiración satánica del Rock y donde se hacen muchas menciones a The Beatles, juntos o, posteriormente a su separación, individualmente. Casos como La Verdad Sobre el Rock Cristiano, de Eiren Israel, publicado por el Ministerio Bíblico de Restauración, México, 1996 o Un Análisis del Rock [partes I y II], de Carmín Ramos de López, publicado por el Ministerio Cristo Viene del pentecostal Yiye Ávila, Puerto Rico, 1985 y 1988, son también muy elocuentes aunque revisten el caracter de documentos a la interna de los movimientos que integran. Sin embargo, son de los más explícitos en marcar la inspiración satánica y aún la creación satánica del rock. Si bien su difusión no es universal, hay amplias zonas, especialmente de América Latina y algunos estados de USA que caen bajo la influencia de estos y otros muchos predicadores y telepredicadores que, a partir de una interpretación directa y al pie dela letra de los textos bíblicos, aunque a veces hacen algunos circunloquios para poder adaptar el texto elegido a la realidad comentada.
Es claro que todos estos enfoques parten de una base dogmática:
- La infalibilidad de los textos bíblicos. Se parte de la tesitura de que los textos bíblicos encierran la verdad ya que son la palabra de Dios. [Cuando dicen Dios se refieren al de los cristianos]
- La irrefutabilidad de la existencia de Dios. No es concebible para estos predicadores que alguien niegue la existencia de Dios. Si lo hay, es alguien que está bajo el influjo del Demonio o, lisa y llanamente, es un satanista.
- La exclusividad de la verdad para los textos bíblicos y el cristianismo, excluyendo a cualquier otra confesión religiosa de la posibilidad de ser verdadera. Aunque también dentro de los propios cristianos existen estas exclusiones, no solamente entre católicos y protestantes, sino entre las múltiples ramas protestantes entre sí. Ni qué hablar de los ministerios individuales de bautistas, pentecostales, adventistas, etc.
- La conclusión, por descarte, de que si no se es cristiano, se está, advertida o inadvertidamente, sirviendo a las fuerzas satánicas.
- La imposibilidad de concebir que la verdad radique en alguna otra cosa que no sea el texto sagrado bíblico. No hay texto filosófico, mítico, espiritualista, místico que sea capaz de contener propuestas verdadera.
- Negación de que los planteos y prácticas esotéricas, ocultistas, espiritistas, etc., sean vías válidas de búsqueda humana, sino tan solo más manifestaciones del satanismo.
- Abominación por todo lo que no sea cristiano: error, pecado, aberración, maldad, son algunos de los calificativos que acompañan la consideración de lo que llaman 'pagano' a secas.
¿Por qué entonces incluimos estas visiones en la Leyenda Negra? Pues porque más allá de ser aseveraciones solamente válidas para un entorno de pensamiento cerrado y dogmático, se valen de preconceptos y prejuicios muchas veces inconscientes, incluso de personas no religiosas, que tienden a tomar por buenos por definición los valores de las religiones cristianas y a mirar con temor aquello que discute esos valores con otros o que plantea algunos valores - como la paz [ Give Peace A Chance], el amor [ All You Need Is Love] o la utopía de una hermandad universal [ Imagine] - en un registro que nada tiene que ver con un dios [el de los cristianos u otros] o que sí tiene que ver con una visión panteísta [ My Sweet Lord].
Los que se horrorizan del presunto satanismo y ocultismo y lo adjudican como causa de los asesinatos de la Familia Manson o de los Hell's Angels en Altamont, deberían preguntarse por qué visiones desbordadas desde el punto de vista religioso, de predicadores en base a los textos bíblicos desembocaron muchas veces en asesinatos y suicidios colectivos rituales, como los del Templo del Pueblo del pastor Jim Jones en Jonestown en 1978 [918 muertos], los Davidianos [secta protestante apocalíptica surgida de los Adventistas Davidianos del Séptimo Día y éstos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día] de David Koresh en Waco en 1993 [100 muertos], o el Movimiento de Restauración de los 10 Mandamientos de Dios, una secta escindida de la Iglesia Católica en Uganda, de orientación apocalíptica que en 2000 protagonizó el episodio de suicidio y asesinato ritual de 778 personas. Todo en nombre de las Sagradas Escrituras y siguiendo los preceptos bíblicos, según los entendían sus líderes y seguidores.
No es este el último capítulo de la leyenda Negra sobre The Beatles en particular y sobre el Rock en general. Ya vendrán más.