No hay nada más desgarrador que un amor perdido sin haber tenido la oportunidad de nacer.
Hay una canción de Fabrizio De André, un cantautor y poeta italiano que da música y palabras al desgarro por un amor perdido. Se trata de “La canzone dell’amore perduto”. Es el perfecto hilo musical para el nuevo artículo que he escrito para la revista Dodho.
Hikari era una chica que vivía en Tokyo con un vastísimo conocimiento tecnológico; amaba las medusas, aunque no había visto nunca una en la realidad; no conocía la Naturaleza más allá de las pequeñas obras maestras que esta alcanza crear en las calles de Tokyo o en sus jardines.
La conocí allí cuando estuve en Tokyo trabajando en una empresa japonesa por seis meses; era mi interlocutor con los directores.
Después de tanto insistir, convencí a Hikari a ir a ver los lugares donde vivían sus animales preferidos; le llevé a Jodogahama, al mar; un lugar así de maravilloso como lo era su mirada cuando penetraba en la mía… los particulares los podéis encontrar en este artículo…
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