Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, de Luis Sepúlveda

Sí, de nuevo estoy con los títulos largos. Como ya os dije hace un par de entradas, estoy tratando de completar el reto de Sumando 2014, y, como ando un poco corta de lecturas, he decidido rebuscar entre mis pendientes, en busca de títulos largos.
Este, no estaba en mi lista, pero aún así, mi hermano me lo recomendó, y cuando vi que tenía tan pocas páginas, no me lo pensé más. Me lo he leído en dos viajes en autobús hacia la uni, así que, no os digo más.
Nº de páginas: 144 págs.
Editorial: TUSQUETS EDITORES
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788472237964
Año edición: 1996
Plaza de edición: BARCELONA

Sinopsis:
Luis Sepúlveda, a quien el público de lengua española ya conoce bien, tiene dos hijos muy jóvenes, a quienes llama «mis enanos» y a quienes prometió un día escribir una historia acerca de lo mal que gestionamos los humanos nuestro propio entorno, lesionando la naturaleza, que nos brinda tantos bienes, y de paso autolesionándonos sin piedad. Así nació Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar, que cuenta las aventuras de Zorbas, un gato «grande, negro y gordo», cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a comprometerse a criar un polluelo de gaviota. Su madre, una hermosa gaviota, atrapada por una ola de petróleo vertido en el mar por un buque varado, le deja en prenda a Zorbas, justo antes de morir, el huevo que acaba de poner. Zorbas, que es gato de palabra, cumplirá sus dos promesas: no sólo criará al polluelo, sino que le enseñará a volar. Los amigos de Zorbas, Secretario, Sabelotodo, Barlovento y Colonello, le ayudarán en una tarea que, como se verá, no es tan fácil como parece, y menos para una banda de gatos más acostumbrados a hacer frente a la dura vida en un puerto como el de Hamburgo que a hacer de padres de una cría de gaviota.
Opinión:
Sin duda, mi impresión respecto a este libro es algo ambigua. Por un lado, es innegable que se trata de un cuento infantil que contiene una enseñanza, como la mayoría de los cuentos.
Nos encontramos con varios personajes, la pequeña gaviota,  los gatos Sabelotodo (fiel admirador de los libros y en especial, de la enciclopedia), Secretario (quién suele hablar por Colonello), Colonello  (quién solo se queja de que Secretario le quita los maullidos de la boca) y Zorbas (el protagonista quién debe enseñar a al gaviota a volar), y el mono Matías, entre otros. Todos, tienen una personalidad definida y no evolucionan.


Como veis, la historia es bastante simple, y su corta dimensión me impide extenderme más que el título en cuanto a la trama. Pero, a pesar de su simpleza (un cuento para niños de 7 o 8 años), el lenguaje utilizado no lo es tanto, por lo que da lugar a pensar que la historia no es como aparenta.
Así, me atrevo a proponer, que quizás entre sus páginas encierre una enseñanza más profunda, o quizás, algún tipo de metáfora que no logro entender. En ciertos momentos, habla sobre la contaminación de las aguas y del esfuerzo, que siempre conlleva a una recompensa, pero yo, que no estoy muy versada en encontrar los significados ocultos, no me ha parecido para tanto.
En conclusión, como veis esta reseña es muy muy breve: brevísima, pues no hay páginas de las que hablar. Así que, en mi opinión, este ha sido un cuento infantil, para leerle a vuestros hijos pequeños, pero no como lectura placentera y entretenida.
Así, me parece a mí que no voy a ponerle una nota específica, pues no sé si calificarla como un cuento infantil o como una novela.
Primeras Líneas...