Copio
Cuando Cristina, de Amigos de Milord, encontró a Tango, éste iba con sus antiguos propietarios Cristina al verlo no pudo hacer más que sorprenderse del estado en el que se encontraba el pobre galgo, estado que sus propietarios achacaron a un atropello de coche justo unos instantes antes. Pero Cristina sabía que esas heridas no eran de un atropello. Se llevó a Tango al veterinario que enseguida le confirmó sus sospechas: El galgo estaba siendo utilizado como sparring para perros entrenados para peleas. Los agujeros que tenía por absolutamente todo el cuerpo no eran fruto de un mal golpe provocado por un coche, sino de las constantes mordeduras a las que estaba siendo sometido Tango.
Después de recuperarse en una casa de acogida,lo suficiente para poder viajar , fue adoptado en cataluña, donde vive feliz de la vida :)