Hacía muchos, muchos años que no pasaba el fin de año lejos de casa, y este 2017 ha querido que lo recibiese de viaje, y que también lo despida a unos cuántos quilómetros de aquí. Una manera de ir añadiendo páginas a nuestro libro de historias viajeras alrededor del mundo, con Europa a la cabeza.
Historias viajeras por Europa
El 2017 llegó en Dijon, camino de Groningen, ciudad del norte de los Países Bajos donde la vida de una estudiante de Erasmus nos ha llevado a visitarla hasta en tres ocasiones, y se marchará cuando ya hayamos aterrizado en la ciudad de Gotemburgo, donde esperamos poder recibir el 2018. Fue una fría entrada de año –meteorológicamente hablando-, cosa que creemos que se volverá a producir este 31 de diciembre, si las noticias del tiempo no nos engañan.
Capital de la Borgoña y cuna de la Orden del Toisón de Oro. Dijon, 31 de diciembre de 2016
Pero este 2017 no solo ha tenido esa peculiaridad, sino que ha hecho que visite hasta once países diferentes, eso sí sin salir de Europa, pero con el incentivo de pisar algunos de ellos por primera vez.
Dado que la lista es muy larga, me voy a limitar a mencionar algunos lugares en este post, que utilizaré de base para ir desarrollando nuevos artículos de cara al año que viene.
Francia: Dijon, Beaune, Metz, Nancy, Lyon y Troyes
Evidentemente viajar hacia Europa en coche comporta que tengas que cruzar Francia sí o sí. Es por ello que siempre que tenemos que hacerlo intentamos elegir rutas alternativas, que nos permitan ir descubriendo sus encantadoras regiones.
Dado que en el mes de enero tuve que cruzarla en dos ocasiones de sur a norte, y de norte a sur, tuve la oportunidad de incluir en el camino lugares como Dijón (la capital de la Borgoña y cuna de la Orden del Toisón de Oro)-, Metz (ciudad industrial en el departamento del Mosela, con una impresionante catedral gótica), poder regresar de nuevo a Nancy (especialmente para volver a degustar un Quiche lorraine) y recorrer el Beaune de calles empedradas que, debido a las bajas temperaturas, parecían verdaderas pistas de hielo.
Dejando atrás el rigor del invierno, la llegada de un junio casi veraniego y tener en casa a una incondicional de Coldplay me llevó a pasar unos días en la segunda ciudad de Francia, a la que viajamos desde Barcelona, cómodamente en tren. ¿Qué decir de Lyon? Cada vez que regreso me gusta más, con el incentivo añadido de que esta vez organizamos la visita en torno a la gastronomía, sus murales callejeros y un recorrido pausado y detallado del Musée Miniature et Cinéma (museo de las miniaturas y el cine).
Ya en diciembre, volver a cruzar Francia camino de Bruselas, me permitió añadir un pequeño aperitivo de la región de la Champagne. La verdad es que esperaba mucho más de ella, pero evidentemente recorrer sus campos nevados no es lo más adecuado en una región eminentemente vinícola. Aleatoriamente elegimos visitar Châlons-en-Champagne y Troyes. Ambas con una buena cantidad de edificios de entramado y paredes de colores, destacando la segunda porque conserva perfectamente un centro histórico de estructura típicamente medieval.
Catedral de Metz, enero 2017
Degustando un pedazo de quiche lorraine. Nancy, enero 2017
Le mur des Canuts. Lyon, junio 2017
Casas entramadas típicas de la Champagne francesa. Troyes, diciembre 2017
Luxemburgo
Luxemburgo es de esos países de Europa que muchos pasamos de largo, y que solo identificamos con su capital y con el precio barato de la gasolina, para repostar y ahorrarnos unos euros entre Francia y Bélgica.
En esta ocasión, dejamos de lado la capital –que ya conocíamos- y optamos por perdernos por algunas de sus zonas forestales de camino a Bélgica. La verdad es que el espectáculo es de lo más atractivo, especialmente si todo está cubierto por nieve y hielo. Un espectáculo que nada tiene que envidiar a cualquier puesta en escena del Hollywood más fantástico.
Campos luxemburgueses salidos de una escena de Narnia. Luxemburgo, enero 2017
Bélgica: Bruselas y Tubize
Después de cruzar por Lieja hasta cuatro veces en enero, quien nos iba a decir que en diciembre iríamos de visita relámpago a Bruselas, después de tener en casa a una invitada bruselense solo un fin de semana antes.
La verdad es que Bruselas es una ciudad fría y gris, sin demasiado encanto, pero lo cierto es que si te la miras con cariño te puede llegar a sorprender. Especialmente si lo haces desde una Grand Place engrandecida con los colores y los sonidos de la Navidad.
Por cierto, en esta ocasión visitar Bruselas me llevó a prestar especial atención a dos lugares, con vistas a investigar para escribir dos nuevos post. El primero sobre los orígenes del Hotel Amigo. El segundo sobre la escultura que la capital belga le dedicó a Ferrer i Guardia, y que inspiró la que hay en la montaña de Montjuic.
Respecto a Tubize, su idoneidad para pernoctar sin entrar en la capital. La próxima vez, le dedicaremos más tiempo. Ideal el Martin’s Red Hotel, especialmente para interesados por el futbol belga.
Una encantadora Grande Place vestida de Navidad. Bruselas, diciembre 2017
Países Bajos, Groningen y las ciudades hanseáticas
Con este escueto párrafo, que ya se ampliará en su debido momento, únicamente decir que los Países Bajos son mucho más que Ámsterdam y sus alrededores. El norte del país queda lejos de todo, pero si te acercas a visitarlo no te dejará indiferente… Y aunque también tenga canales –característica común en todo el país-, destaca por las ciudades hanseáticas que lo forman, algo que mucho tiene que ver con Alemania.
Lugares como Bedum, Hattem o Zwolle se pueden unir a este recorrido.
Casas de colores. Puerto de Groningen, enero 2017
Hattem, enero 2017
Alemania: Oldemburgo y Bremen
Aunque este año no ha sido la primera vez que pisaba tierras alemanas, sí que lo he hecho por primera vez en el norte del país. Oldemburgo, en la Baja Sajonia, y la ciudad autónoma de Bremen son los dos lugares elegidos.
La primera, por ser la cuna de la Casa Real Danesa, Noruega y Griega, algo que los incondicionales del protocolo nunca solemos dejar de lado. La segunda, porque dio nombre a uno de los cuentos más famosos de los hermanos Grimm, Die Bremer Stadtmusikanten, y visitarla te ayuda a regresar a la niñez. Además, Bremen forma parte de la ruta de las ciudades hanseáticas, por lo que complementa la que se inicia en el norte de Holanda.
Odemburgo, enero 2017
Escultura dedicada al cuento de los hermanos Grimm. Bremen, enero 2017
Capitales imperiales centroeuropeas: Budapest, Bratislava, Viena y Praga
Aunque ya había visitado Viena hace unos años y he recorrido otros lugares de Austria en otra ocasión, tenía pendiente pisar las otras tres capitales imperiales centroeuropeas por excelencia, siguiendo el hilo argumental de la historia de los Habsburgo, especialmente a través de la vida de dos mujeres: Maria Teresa I e Isabel de Baviera . Y la verdad es que lo hemos conseguido.
Centrándonos únicamente en las cuatro capitales, y eligiendo como transporte prioritario el tren, las pasadas vacaciones estivales fueron un recorrido eminentemente cultural, donde dejamos un hueco para el shopping y la gastronomía. Pero la idea principal fue conocer la mayoría de los lugares que marcaron la vida de la historia imperial, y de todo lo que la rodeó.
Un interés especial por regresar a donde está enterrada Elisabeth Christine von Braunschweig-Wolfenbüttel, y poder fotografiar la imagen de Barcelona que tiene grabada en el lateral de su sarcófago, en la Cripta de los Capuchinos, o descubrir que la vida de Sisi nada tuvo que ver con la alegría y felicidad que nos mostraron en el cine de los años 50.
Y, por supuesto, dejar un espacio para recordar el oscuro pasado de la época soviética cuando tres de las cuatro capitales quedaron al otro lado del telón de acero, y visitar algunos lugares de esa memoria histórica de los años del comunismo: la Casa del Terror de Budapest y el museo subterráneo junto al Parlamento sobre la invasión soviética de 1956, el cementerio de Slavin en Bratislava o los diferentes espacios de Praga en donde se vivió la trágica revolución de 1968.
Cripta imperial de los Capuchinos. Viena, agosto 2017
Parlamento húngaro. Budapest, agosto 2017
Cemeterio de Slavin. Bratislava, agosto 2017
Recordando la revolución checa el 68 frente al Castillo. Praga, agosto 2017
Reino Unido: Londres
Esta es la quinta vez que voy a Londres, y en esta ocasión ha sido como “en viaje de negocios”. Si hace un año tuvimos que “montar casa” en Groningen, este próximo año vamos a tener que hacerlo en la capital del Támesis, a donde espero volver en otras tantas ocasiones, mientras tengamos una parte de la familia cursando su último año de Derecho en el King’s College London.
Dicen que Londres nunca acabas de descubrirlo. Siempre hay algo nuevo que te va a sorprender y así es. Una de las curiosidades más encantadoras de la ciudad son sus innumerables mews, callejuelas adoquinadas donde habían antiguos establos, repartidas por diferentes partes de la ciudad, y que actualmente acogen preciosas casas bajas. En esta ocasión –y gracias a la proximidad a nuestra residencia- descubrimos de manera fortuita las que hay en la zona de Knightsbridge. en South West London, y que nunca antes había visitado. Si vas, déjate perder por ellas…
Por cierto, si nunca te habías planteado entrar a visitar el Palacio de Westminster, ¡error! Un verdadero descubrimiento. A pesar de que no te dejan hacer fotografías en una buena parte del recorrido, tendrás libre acceso tanto a la Cámara de los Lores, como a la Cámara de los Comunes. Y cuando las veas por la televisión, siempre podrás decir: “Yo estuve ahí”.
Antiguas “mews” londinenses. Londres, septiembre 2017
Unos elegantes lavabos públicos en el interior del palacio de Westminster. Londres, septiembre 2017
Suecia: Göteborg
Y por último, cerraremos el año pisando Suecia por primera vez. ¿Qué espero? Pues que me sorprenderá, como suele ocurrir cuando visito un lugar por primera vez. Qué mejor manera que volver a vivir un fin de año con frío y nieve, ya que cómo dice el dicho: “año de nieves, año de bienes”. Y qué así sea.
Feliz 2018
Y por si te puede interesar, aquí te enlazo los diferentes husos horarios para ir siguiendo, hora tras hora, el paso del 2017 al 2018 alrededor del mundo.
Un Big Ben en proceso de reparación. Londres, septiembre 2017
¡FELIZ SALIDA DE 2017 Y FELIZ ENTRADA A UN MARAVILLOSO 2018!
Qué nunca decaiga el interés por seguir recorriendo y descubriendo el mundo, sin olvidar todas las maravillas que tenemos en nuestro entorno más próximo.