Revista Cine

Hitchcock: biohitch

Publicado el 26 febrero 2013 por Juancarrasco @JuanCdlH

 

Alfred Hitchcock, dicen que un tipo dictatorial, controlador hasta límites enfermizos y muy, muy maniático, era llamado en la cúspide de su carrera el mejor director del mundo, además del maestro indiscutible del suspense con el mismo fervor con el que era rehuido por compañeros, actores y, sobre todo, ejecutivos de los grandes estudios. Fue muy respetado, pero nunca llegó a ser del todo querido, y como negro lunar en la rabadilla de Hollywood queda el hecho de que el único Oscar que hay en su palmarés es el honorífico a toda su carrera. Ninguna falta hace recordar los enormes títulos que figuran en su filmografía. Igualmente (aunque con mayor sentido) han pasado de puntillas los señores académicos este año por esta cinta que recrea en forma de biopic la etapa de Hitchcock con sesenta años y residencia en Estados Unidos, cuando se gesta y toma forma (con los impedimentos propios de la época) el rodaje de Psicosis, posiblemente su mayor éxito de público.

Hitchcock: biohitch
En lo eminentemente cinematográfico, la cinta de Sacha Gervasi no posee ni enjundia ni pretensiones más allá que la encomiable intención de hacer pasar al espectador hora y media con agrado en la butaca sin necesidad de tener la sensación de haber asistido a algo tan precioso como agotadoramente exigente, más del estilo (seguramente con justicia) de autores como Haneke y de los otorgadores de premios. La oronda y emblemática silueta de “Hitch” (Anthony Hopkins estupendo en lo interpretativo embutido en kilos de maquillaje que no hacen olvidar el aspecto del actor para ver la figura histórica) desfila ante nuestros ojos sin muchas complicaciones más allá de mostrar algunos de sus mil fetichismos y la interesante relación de éste con su sufridora y talentosa esposa, interpretada con mucho más que solvencia por la camaleónica Helen Mirren (enorme acierto de cásting que ambos sean tan grandes como británicos). Completando el reparto aparecen los rostros de Scarlett Johansson como Janet Leigh (rubia icónica imprescindible en cada proyecto del genio británico), Jessica Biel en el papel de Vera Miles o James D’Arcy en el logrado aspecto de Anthony Perkins.

Bien es cierto que la ligereza del film es tal para bien y para mal, igual de cierto es que gana por momentos en cada uno de los homenajes en forma de imágenes, frases míticas o relaciones con los otros del protagonista del proyecto. Es por ello que además de entretenida, la cinta engorda alimentada por la conexión con aquellos interesados en la figura de Alfred Hitchcock, y cuantos más detalles se conocen, mayor mérito se le encuentra al respeto de este trabajo que aprovecha para echar un vistazo a la faceta más luminosa del ambiente que se respiraba en el mundillo del star system de los sesenta. Apaguen las luces y… ¡acción!

Dirección: Sacha Gervasi. Duración: 98 min. Intérpretes: Anthony Hopkins (Alfred Hitchcock), Helen Mirren (Alma Reville), Scarlett Johansson (Janet Leigh), Toni Collette (Peggy), Jessica Biel (Vera Miles), Danny Huston (Whitfield Cook), James D’Arcy (Anthony Perkins), Michael Stuhlbarg (Lew Wasserman), Michael Wincott (Ed Gein), Kurtwood Smith (Geoffrey Shurlock), Richard Portnow (Barney Balaban). Guión: John J. McLaughlin; basado en el libro “Alfred Hitchcock and the making of Psycho”, de Stephen Rebello. Producción: Alan Barnette, Joe Medjuck, Tom Pollock, Ivan Reitman y Tom Thayer. Música: Danny Elfman. Fotografía: Jeff Cronenweth. Montaje: Pamela Martin. Diseño de producción: Judy Becker. Vestuario: Julie Weiss.

 


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