HITCHCOCK, una mirada psicológica
Hitchcock, una película de 2012 dirigida por Sacha Gervasi, es, entre otras cosas y principalmente, una mirada psicológica y profunda a la relación de pareja entre Alfred Hitchcock (13 de agosto de 1899-29 de abril de 1980) y su esposa Alma Reville (14 agosto de 1899-6 de julio de 1982).
La película de desarrolla entre el tiempo en que Hitchcock busca financiamiento para su película «Psycho», pasando por su rodaje, hasta llegar al momento triunfal de su exhibición en los cines. Durante ese lapso de tiempo se logra ver el obsesivo pensamiento de Alfred Hitchcock quien, perspicazmente, busca encontrar los sentimientos y pensamientos más ocultos y profundos que rodean y dan forma a cada uno de sus personajes; asimismo, el “Maestro del Suspenso”, daba igual importancia a la elección de sus actores y actrices, escudriñando en ellos complejos, traumas, vivencias y secretos que pudieran enriquecer sus películas. Una conducta interesante y propia de los genios.
Sin embargo, la verdadera trama de la película gira en torno a la relación entre Hitchcock y su esposa, la cual es íntima, directa, sincera. El amor y el respeto mutuo se respira en el matrimonio Hitchcock- Reville. Es totalmente disfrutable escuchar sus diálogos sugestivos, que muchas veces son, como suelen ser los ingleses, parcos, pero llenos de mucha sustancia e inteligencia. En el largometraje se plantea que detrás de la genialidad de Hitchcock estaba la intensa colaboración y el apoyo de su esposa Helen. Si ella, él no se siente completo, y viceversa. Hay confianza entre ellos y aun así se dan tiempo para tener celos, de una manera sobria; se dan tiempo para charlar y compartir sus planes y proyectos, para demostrarse su amor.
Un apartado especial (y no tan parco) se necesitaría para describir las actuaciones de Anthony Hopkins (Hitchcock) y Helen Mirren (Reville); pero la verdad es que a mí me dejaron sin habla. Ambos son sencillamente maravillosos. Totalmente dentro de sus personajes. Totalmente creíbles.
Hitchcock es una de esas películas que ningún cinéfilo debe perderse.
Escrito por: Érika Valencia-Perdomo y Óscar Perdomo León.