Hoy en día el plástico está por todas partes. Echa un vistazo ahora mismo a tu alrededor y cuenta las cosas que encuentras de plástico. Es práctico y barato, sí, pero tiene muchos inconvenientes.
Por qué no me gusta el plástico
Para empezar el BPA es bastante tóxico. Decenas de estudios validados vinculan el químico bisfenol A (BPA) del plástico común con todo tipo de problemas de salud muy serios (cáncer, problemas de corazón, diabetes,…). Y la alternativa que se ha extendido ahora con los productos denominados “libres de BPA”, el BPS, resulta que también hay estudios recientes que demuestran que es igualmente tóxico.
Por otra parte el plástico, además de contaminar nuestro cuerpo, está contaminando el planeta.
El plástico proviene de una fuente no renovable (petróleo), es contaminante y no biodegradable (puede tardar hasta más de 1000 años en descomponerse).
Hace años que la ONU informa sobre esta problemática y pide la prohibición de bolsas de plástico de usar y tirar.
Uno de los problemas más serios que ocasionan a escala mundial son los residuos marinos.
En los océanos y en las zonas costeras cada vez se encuentran más artículos y bolsas de plástico, donde hacen el doble de daño; los químicos contaminantes que contienen son absorbidos por el agua, que después es metabolizado por los animales marinos (que lo confunden con alimento), y llegan después a nuestros platos, siempre que las especies marinas no mueran antes ahogadas en los plásticos, claro.
¿Qué podemos hacer desde casa?
Sé que hoy en día vivir con 0 residuos de plástico es imposible, y proponérselo puede ser de locos, pero si prestamos un poco de atención a nuestros hábitos de consumo y a nuestra organización familiar, podemos reducir muchísimo la cantidad de plástico que utilizamos.
Como ser más sostenibles es un tema que nos preocupa y en el que estamos poniendo nuestro foco en casa desde hace tiempo (mira aquí), voy a contarte 7 maneras fáciles de reducir su consumo que nos funcionan y que podrás incorporar enseguida a tu rutina familiar.
Pero en todas ellas la clave fundamental se basa en evitar al máximo los plásticos de un solo uso (bolsas de plástico, envases de comida para llevar, botellas de plástico…), ¿cómo?
7 maneras de reducir el plástico en el hogar
(1) Utiliza recipientes de almacenamiento de alimentos reutilizables y seguros
Las sustancias químicas de los envases de plástico pueden filtrarse en las cosas que comemos y bebemos, por eso es mejor que te pases a los utensilios de cocina de vidrio, cerámica, madera u otros materiales más seguros.
En casa tenemos una buena colección de botes y recipientes de vidrio de Ikea para guardar los alimentos en la despensa. Aunque a veces los utilicemos para otras cosas como el bote de las sorpresas
Además siempre procuramos comprar los cereales (arroz, pasta, harina, cuscús,…) y legumbres a granel, que suelen ser más económicos (sobre todo si compras productos eco y locales como intentamos nosotros) y en bolsa de papel.
Ah, y supongo que lo sabes pero ¡nunca calientes alimentos en cualquier tipo de plástico!
(2) Mejor bioplásticos
Aunque lo intentemos, no siempre podemos prescindir de alguna bolsa o film transparente en la cocina, entonces que al menos sean bioplásticos, que son biodegradables y provenientes de fuentes renovables.
Existen ya en el mercado muchos tipos de bolsas para sándwich creadas con almidones vegetales como la fécula de patata o de maíz.
Y también muchas otras alternativas que son de papel, de algodón, de cáñamo, incluso hay un papel para embalar de cera de abeja que es muy práctico.
(3) Pásate a las botellas de vidrio
Hay zonas (como Mallorca) en las que el agua de grifo no es de muy buena calidad para el consumo y se compra agua embotellada. La opción ideal sería utilizar un buen filtro para no tener que hacerlo, pero si no es posible, al menos comprar garrafas de agua de las más grandes (las hay de 8 y 10 litros en cualquier supermercado) y rellenar botellas de vidrio.
Las botellas de plástico pequeñas y las de 1-2 litros tendrían que pasar a la historia en nuestra casa.
Y para cuando tengamos que salir y también para nuestros peques, la opción más recomendable son las botellas de vidrio con funda de silicona. Incluso las encuentras de biberones. Son cómodas, seguras y muy prácticas.
Nosotros tenemos unas cuantas que nos las llevamos a todas partes (al trabajo, al parque, de excursión,…) y son super útiles y funcionales. Son de LoraLora y tienen de muchos tamaños y formatos, las recomiendo muchísimo.
(4) Pon tu atención en lo que compras
En lugar de consumir de forma autómata, si ponemos un poco de atención en el momento de hacer la compra de la semana podemos evitar el impulso de comprar muchas cosas plásticas. Porque es evidente que cuanto menos plástico compremos, menos tendremos que tirar después.
Por ejemplo; los huevos, hay muchas marcas que empaquetan las docenas de huevos en un montón de plástico innecesario. No los compres así, compra los que vienen en la huevera de cartón de toda la vida.
O los yogures, ¿por qué no comprar mejor los yogures en tarro de cristal que los que van en envase de plástico?
Debemos hacer el esfuerzo consciente de comprar productos con la menor cantidad de envases plásticos posible.
(5) Prohibido comprar bolsas en el súper
Muchas familias ya han incorporado las bolsas grandes reutilizables a la hora de hacer la compra o grandes cestas, como nosotros que incluso las pintamos y decoramos, ¡menos mal! Pero puede pasar que nos las olvidemos y entonces nos sintamos tentados a comprar bolsas de plástico.
¡No lo hagas! Primero asegúrate de tener siempre en el coche y si alguna vez te las olvidas, oblígate a llevarte la compra sin embolsar. No pasa nada si metes los artículos en el maletero sin bolsa. Y te puedo asegurar que en cuanto te suceda esto un par de veces, no te las vuelves a olvidar.
Además, con tu ejemplo también estás ayudando. Cada vez que decimos que no necesitamos una bolsa a un cajero/a de un supermercado o tienda, y salimos con nuestro cartón de leche en la mano, o nuestro carro lleno sin embolsar, estamos sembrando una idea en la cabeza de todos a nuestro alrededor. Las normas se crean así.
(6) Prescinde de los botes innecesarios en el baño
Son tantos los botes y botellas de plástico que acumulamos en el baño, pero muchos los podemos evitar.
Por ejemplo el jabón de manos, ¿por qué no usar la pastilla de toda la vida que además seguro que es más natural que el jabón líquido embotellado?
Es mejor comprar botes grandes que pequeños, e incluso hacer nuestros propios productos DIY de higiene (tengo pendiente un post sobre un jabón-gel familiar que es fácil, fácil, y que va fenomenal).
(7) Reutiliza y Recicla
Si tienes bolsas de plástico en casa reutilízalas todo lo que puedas.
Por ejemplo, las papeleras pequeñas con bolsas de plástico, vacíalas cuando estén llenas en una bolsa más grande, y así al menos la podrás seguir utilizando muchas más veces.
Y por supuesto, no te olvides de separar la basura ¡y reciclar!
¿Qué te han parecido estas ideas? Si tienes alguna más, por favor soy toda ojos y oídos, como te decía antes estamos en este camino de ser más sostenibles y eco-responsables.
AguamarinaCada uno de nosotros puede hacer una diferencia. Juntos hacemos el cambio. – B. Mikulski