Hola resfriado:
Ya me parecía raro que no aparecieras en mi vida este año. Ya pensaba que iba a librarme de ti y que podría celebrar un año sin tu presencia...y por poco me libro; pero no, aquí estás, y por supuesto, vienes acompañado de tus amigos: la rinorrea, también llamada secreción nasal, los estornudos, la congestión, el dolor de cabeza, la tos...y este año además has invitado al taponamiento de oídos. ¡¡Genial, menuda fiesta!!
Yo no te he invitado a la Fiesta de Fin de Año, pero has venido con toda tu tropa. Las campanadas han ido acompañadas de los estornudos, aunque he conseguido comer las uvas al tiempo.
Has entrado en mí con disimulo; con un pequeño "cosquilleo" de garganta, apenas imperceptible y has ido ganando confianza hasta hoy, que estás en todo tu esplendor.
Pero no te pienses que vas a poder conmigo...tengo mis armas. Y no creas que te voy a atacar con antibióticos, pues sé de sobras que no ayudan e incluso pueden empeorar la situación.
Mis mejores armas para reducir tus ataques van a ser de índole casero: descansar, limpieza nasal, caldito de pollo, infusiones, mucha hidratación bebiendo agua y zumos ...
Aunque te conozco bien y sé que tienes que desaparecer de mi cuerpo pasada una semana más o menos...de lo contrario, tendría que buscar ayuda en otras fuerzas más poderosas: médico, hospital etc...
Así que ya sabes, no te acomodes demasiado que acaba de comenzar el Nuevo Año 2013 y me he propuesto cuidarme mucho y estar bien de salud.
Esperando que te vayas pronto, me despido de ti.
PD. (no te lo tomes a mal, pero es que no me siento a gusto contigo)
Ana Hidalgo