Holanda. paraíso de la muerte digna

Como era de esperar, la cultura de la muerte sigue avanzando en Holanda, en una pendiente resbaladiza. El Instituto Efrat me pasa unos interesantes datos, de los que podemos sacar experiencia y algunas conclusiones. La cifra de notificaciones ha experimentado un crecimiento de más del 13%, pasando de 2.331 notificaciones durante 2008 a 2.636 notificaciones durante 2009. Desde 2006 el numero de notificaciones viene experimentando un incremento anual constante, situado en un 10% en el mejor de los casos.
Cifras en función del lugar donde se aplicó la dosis letal:
En el propio hogar: 2.117 casos
En hospital: 170 casos
En hospicios: 124 casos
En “casa de cuidados”: 111 casos
En “hogar de enfermería”: 77 casos
En el hogar de un pariente u otros lugares: 37 casos.
Irregularidades: En nueve casos existe constancia de que el administrador de la combinación letal no actuó con el debido respeto y cuidado: En todos los casos, se constató una incorrecta dosificación del fármaco letal, y en un caso de ayuda al suicidio se constató incluso la ausencia del practicante en el momento del suicidio.
Demencia en fase inicial. Los comités recibieron durante 2009 un total de 12 notificaciones de eutanasia aplicada de manera concreta a “dementes en fase inicial”. En todos estos los casos, los comités concluyeron que el médico había actuado correctamente de acuerdo con la ley.
Depresión. Durante 2009 se aplicó la eutanasia a personas aquejadas de transtornos depresivos, en una cifra no expresada en el informe.
Pienso que estos datos son un botón de muestra más que suficiente para mostrar cómo este fenómeno denominado "pendiente resbaladiza" se ha dado sin excepción en Holanda, Bélgica y Oregón. Cada vez hay más casos de eutanasia, cada vez más se aplica sin petición del enfermo; la eutanasia neonatal sin ningún control social, pues los médicos no la declaran. El informe del Insituto EFRAT es más completo, pero pienso que es suficiente por hoy, ya escribiré más sobre ese deslizamiento tan peligroso de los partidarios de la muerte digna. Perdón, por utilizar este eufemismo, pero no va exento de ironía.