Título original: The Man Who Finally Died
Director: Quentin Lawrence
Guion: Louis Marks, Lewis Greiffer
Música: Philip Green
Fotografía: Stephen Dade
Género: Intriga
Reparto: Stanley Baker, Peter Cushing, Mai Zetterling, Eric Portman, Georgina Ward, Niall MacGinnis, Nigel Green, Bafbara Everest, Harold Scott
Argumento
Al final de la II Guerra Mundial, un hombre regresa a la pequeña finca de su padre, en Baviera, pero una extraña revelación referente a su propia muerte lo sorprende, y lo lleva a investigar.
Por supuesto hay un entretejido de conspiraciones, deserciones y persecución por parte de los malvados comunistas.
Interesante pero al mismo tiempo algo farragosa película de intriga británica.
Se sigue con gusto y nunca aburre, pero tiene momentos en los que es un poco liosa la trama, por lo que no llega a convencer del todo.
Sin embargo es un film sobrio, seguro, serio, muy bien interpretado y con un clímax conseguido de misterio.
Lo mejor es su parte final, llena de ritmo e intensidad.
Buena fotografía en blanco y negro de Stephen Dade.
Está bien pero podría haber sido mejor.
¡Ah! Y Eric Portman, aquí ya algo mayor y desmejorado, al menos en comparación con la mayoría de las películas en las que le he visto, que son las de la década de los 40, principalmente, habla tan rápido como siempre.