Sin importarle su look de macho, Jesse le pidió el vestido de graduación a una amiga, se puso una tiara y se candidateo a “tío del año”. Aunque todo el mundo le escribió mientras estaba en el cine por la viralidad de las imágenes, al tío no le importó que millones de personas lo vean vestido así:
“Si esto la va a hacer feliz, lo volvería a hacer, no me importa”

