Variaciones en los niveles de hormonas sexuales podrían ser la clave para entender por qué algunos hombres disfrutan menos la música clásica que otros.
Según una publicación hecha en la revista Personality and Individual Differences, los gustos musicales pueden verse influenciados por una base genética además de la típica explicación que hace referencia a las personalidades, crianza y sistema de creencias. De acuerdo con esta investigación realizada por la Universidad de Nagasaki (Japón), los niveles de testosterona salival guardan relación estrecha con la preferencia por la música sofisticada en los hombres, de modo que altos índices de testosterona coinciden con un menor disfrute de la música clásica y la ópera en algunos varones.
En los hombres, la testosterona se vincula positivamente con altos índices de extroversión, apertura a la experiencia y amabilidad
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A esta conclusión se llegó luego de realizar un experimento donde 76 adultos jóvenes japoneses, incluyendo 39 mujeres, escucharon y evaluaron su grado de disfrute de un conjunto de clips musicales basados en un sistema desarrollado por el psicólogo británico Peter Rentfrow donde las categorías son: Mellow (suave y relajante); Contemporáneo (incluido el rap, el funk y el acid jazz); Sofisticado (clásico, etc.) Intenso (fuerte, enérgico y enérgico); y sin pretensiones (géneros country y de cantautores).
Los participantes del estudio también completaron un cuestionario de personalidad con el objetivo de relacionar mejor los índices de testosterona con características personales predominantes.
A pesar de que esta última prueba no permitió establecer correlaciones entre los gustos musicales y el vínculo entre la testosterona y la personalidad, los investigadores concluyen que esta es la primera demostración de la relación entre la predisposición biológica y las preferencias musicales. Lo próximo es investigar si los altos niveles de testosterona guardan también relación con la rebeldía y la dominancia, o si los jóvenes ven el escuchar música clásica como una forma de complacer a las figuras de autoridad.
Fuente: Research Digest; Personality and Individual Differences