Revista Pareja
Hablar de violencia de género ha permitido que haga su aparición ciertas patologías dentro de la pareja. El maltrato no siempre es hacia la mujer. También puede ser de la mujer hacia el hombre. Por norma general, el perfil de hombre maltratado es un perfil caracterizado por una personalidad muy dependiente de la mujer y de sus hijos. Suelen ser hombres que no han tenido muchas experiencias con otros mujeres, que se dedican a trabajar, son contemplativos, generosos y hasta cierto punto pasivos en su forma de vivir la relación de pareja. Hacen todo lo que la mujer dice, no rechistan, callan para evitar discusiones y no fomentan la violencia verbal. La pregunta que nos hacemos es porqué este tipo de perfil masculino puede generar impulsos sádicos en la mujer. La respuesta tiene que ver con que las mujeres también tienen deseos sádicos que muestran hacia su pareja y que son fuente de satisfacciones inconscientes. Estudiando a este tipo de mujeres, se halla en ellas un porcentaje alto ( 78%) de haber padecido una relación hostil y agresiva hacia la figura materna. Estas mujeres siempre tuvieron una actitud rivalizante con la madre, opositora y rebelde que fue fuente de malestar dentro de la relación madre-hija. Con los años, dicha relación se relativiza o incluso se agudiza y es muy normal que la mujer desplace la mala relación que tuvo o tiene con la madre a la figura del marido de manera que toda su rabia y toda la ira que sentía o siente hacia la madre, la desplaza en la figura del marido. El psicoanálisis es una poderosa herramienta que permite descubrir este tipo de acciones dentro de la pareja. Un hombre maltratado en el fondo no deja de ser una madre maltratada para la mujer-hija maltratadora. Cuando se da este tipo de patología dentro de la pareja, lo mejor es comenzar una terapia de pareja con un psicoanalista. Si la mujer no acepta su papel de maltratadora, el hombre debe comenzar un tratamiento psicoanalítico para que a través de él, se produzca la modificacion en su relación de pareja.