Creo que desde que nos dejó físicamente no ha habido un día en mi vida que no la haya recordado o mencionado. Ella fue la primera persona que me habló de las maravillas del agua de rosa para cuidar la piel. Y desde luego era todo un ejemplo de piel hidratada, cuidada y sana. Hasta el último día de su vida. Tenía casi 98 años. Un carácter de armas tomar y mucho sentido del humor. Una mujer fuerte que levantó una empresa familiar cuando después de la Guerra Civil apenas les quedaba nada.
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—La Abueli, que así se hacía llamar era, es y será siempre mi bisabuela, Doña Concha Arrese. Una vez me dijo que en casa podía olvidar las llaves, las gafas o lo que fuera, pero nunca me olvidara la sonrisa.
En otra de nuestras conversaciones yo le pregunté que si pudiera tener 20 años y la sabiduría y experiencia que había adquirido durante sus 97 años, cómo se sentiría. Sin dudarlo contestó:
“Sería una desgraciada, porque lo maravilloso de la vida es saber disfrutar de cada una de las etapas que nos ofrece para ir avanzando y aprendiendo de ella”
Esa frase quedó guardada para siempre en mi disco duro y es la esencia de nuestra línea cosmética. Carla Bulgaria Roses Beauty mima la piel para que siempre este cuidada y sana, aunque los años pasen y las arrugas, cicatrices de la vida, aumenten.
Nuestro perfume es un homenaje a ella, a su suave aroma empolvado, a su carácter y a su valentía.
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Y hoy, una vez más, quiero recordarla y compartir con vosotros lo importante que la Abueli fue en mi vida.
Porque nadie muere mientras permanezca en nuestros corazones.