Homeopatía y otros trucos para mantener la salud

Con 7 meses Álvaro empezó a venir con mamá a la guarde; nunca se había puesto malito pero en poco tiempo cogió otitis, faringitis, incluso bronquitis; y como la abuela en ese momento estaba en casa decidimos que era mejor que se quedara con ella durante un tiempo.

Con 14 meses volvió de nuevo a la escuela infantil, a los 4 días cogió una gastroenteritis fortísima y a partir de ahí todas las semanas malo, además mi hijo es de los que se ponen con casi 40 de fiebre en un momento. Era desesperante, tanto antibiótico, cada vez más flojo, una rueda de la que no había forma de salir, hasta que, como última opción decidimos recurrir a la homeopatía; no perdemos nada, pensamos, y desde luego que no, lo que hicimos fue ganar muchísimo.

Desde ese momento hemos seguido en contacto con nuestra homeópata (con la que curiosamente pasamos consulta de modo online) y ha sido genial, no ha cogido prácticamente nada, y si algo le ha llegado ha sido de forma muy leve.

En mayo dejó de tomarla y aguantamos bien hasta que comenzó el otoño, después de tres semanas seguidas enfermo (gastroenteritis-gripe-faringitis) decidimos contactar de nuevo con Rachel, nuestra homeópata, y comenzar un nuevo tratamiento preventivo, y desde entonces de nuevo fuerte y sano, hasta ahora no ha cogido nada más.

Sólo puedo decir cosas buenas de la homeopatía, a nosotros nos ha ido genial; de echo este año yo también he empezado a tomar, pues trabajando en la guarde cogía de todo y lo estoy notando muchísimo. Es genial como preventivo, pero también a la hora de solucionar ciertos problemas. En casa tengo por ejemplo homeopatía para la fiebre, dolores menstruales, salida de dientes o incluso para los nervios y el estrés.

Lo que sí que me parece importante es no automedicarse, porque aunque sea medicina natural lo que a uno le sienta bien puede ser que a otro no le haga efecto. Nosotros probamos con Álvaro un par de cosas que a otros niños les iban bien y no funcionó, pero una vez pasamos consulta, tanto a él como a mí nos han acertado, y estamos consiguiendo cerrar la puerta a la gripe y a todos los virus posibles.

Pero además de esto, hay otras cosas que podemos hacer para estar sanos física y mentalmente, pues ambas me parecen igual de importantes:

Alimentación sana y equilibrada

Esta es la parte que más a mí más me cuesta…

Beber 2 litros de agua diarios

Muy sencillo, sólo tenéis que coger una botella de las de litro y medio de agua al comenzar el día y beberla poco a poco; yo por la tarde ya la he terminado, y si a eso le sumas los vasos de agua de comida y cena ya lo tenéis hecho, y sin daros cuenta.

Hacer deporte

Siempre se puede sacar un poquito de tiempo para hacer algo de deporte, que además de ser sano, ayuda a mantenernos en forma y a despejar la mente. Está demostrado que el movimiento afecta directamente a las sustancias químicas del cerebro, y esto hace que después de hacer deporte nos sintamos mucho mejor, incluso seamos capaces de afrontar de un modo distinto ciertos problemas o dificultades.

Yo no dispongo de mucho tiempo, así que en casa nos hemos hecho con una bicicleta elíptica y he reservado para mí sólo 30 minutos diarios (20 para el ejercicio y 10 para la ducha posterior que es igual de importante). Os aseguro que se cargan las pilas de un modo increíble.

Ser positivo

Debemos intentar ser positivos en el día a día, nos sentiremos mejor por dentro y por fuera,además con una actitud positiva y fuerte también ayudamos a que los virus se busquen otro sitio donde alojarse. Os recomiendo que echéis un vistazo al post que escribí sobre el tema hace poco: “be positive, my friend”

Salidas y excursiones al aire libre

Estar en contacto con la naturaleza también es importantísimo, nos hace llenarnos de energía y “depurar” nuestro organismo por dentro y por fuera. Los cambios de aire también vienen genial para poder espantar a los virus, y además podemos vivir momentos maravilloso en.

Y vosotros…¿qué hábitos utilizáis para estar más sanos y fuertes durante todo el invierno?