Revista Cultura y Ocio
En la historia de " Albert Savarus ", Balzac dibujó una imagen del héroe que, con ligeras modificaciones, podría haber sido suya.Era alto y algo robusto. Sus manos eran las de un prelado, y su cabeza era la de un Nero. Su cabello era negro y denso, y su frente, surcada por cortes de sable de pensamiento, era alta y masiva. Su tez era de un color oliva; su nariz era prominente y ligeramente arqueada; su boca era comprensiva, y su mentón firme. Pero su característica más notable fue la expresión de sus ojos de color dorado, que, elocuentes con los interrogatorios y respuestas, parecían, en lugar de recibir luz desde el exterior, proyectar chorros de llamas interiores.LEER MÁS »