Marcar unos horarios infantiles para dormir es algo muy importante que los padres deben realizar a fin de garantizar un buen descanso y un buen rendimiento durante las clases en el colegio, no se debe dejar que los niños vayan a dormir cuando ellos quieran, ya que esto afectaría a su conducta, estado físico y rendimiento. Un estudio desarrollado por el Grupo de Sueño de la Asociación Española de Pediatría (AEP) muestra las consecuencias de no mantener un horario y dormir las horas suficientes que garanticen un buen descanso.
En el estudio se tomaron datos de niños con edades comprendidas entre los 3 y los 14 años, se les preguntó a los profesores sobre su comportamiento en clase, su atención, etc. Al parecer, un 12’9% de los niños se dormían en clase y a un 16’1% les costaba mantenerse despiertos. Si saltamos en el rango de edades, hasta un 66% de los niños con edades comprendidas entre los 12 y los 15 años, deciden cuándo deben irse a la cama (generalmente tarde), los padres no aplican horarios infantiles para dormir y las consecuencias ya las sabemos, se duermen en clase, no están en condiciones intelectuales o físicas óptimas, y podríamos añadir algunos problemas más asociados a la falta de sueño infantil.
El estudio fue presentado con motivo del Día Mundial del Sueño, cuyo objetivo es intentar reducir el impacto que supone no dormir las horas necesarias, sean adultos o niños. Establecer unas rutinas y horarios infantiles para dormir es primordial, especialmente los días laborales donde es necesario afrontar responsabilidades como el colegio. Acostarse tarde es consecuencia de varios factores, permisividad de los padres, teléfonos móviles, internet o videojuegos, son factores tecnológicos que inciden en el horario, los niños se mantienen despiertos, jugando, enviando mensajes, chateando y por supuesto, en la mayoría de ocasiones los padres no lo saben. Será interesante retomar la lectura del post Los trastornos de sueño en la infancia producen graves problemas de salud.
Los datos del estudio concluyen que los niños de hoy en día, con edades comprendidas entre los 11 y los 12 años, duermen mucho menos que los niños de generaciones pasadas, tras cotejar los datos y resultados de varios estudios, los niños actualmente duermen una media de 30 minutos menos con respecto a lo que dormían los niños de 1985. A esto hay que añadir que los niños con edades comprendidas entre los 7 y los 11 años de edad pierden una hora de sueño diaria, reduciendo la media de horas de sueño de 10 a 9 horas. Los problemas de sueño, como hemos dicho, son varios, pero se destaca especialmente la dificultad para prestar atención en clase y aprender, hasta la aparición de síntomas parecidos al Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).
Claro, que no todos los casos de falta de sueño están asociados a los problemas antes mencionados, la vigilia nocturna puede estar relacionada con la narcolepsia, también conocida como síndrome de Gelineau o epilepsia del sueño, aunque hay que decir que su incidencia se centra principalmente en los adultos y se inicia en la etapa adolescente. Otros problemas como la apnea del sueño también influyen, aunque los niños duerman las horas necesarias, el descanso optimo no se alcanza.
Al margen de determinadas enfermedades o problemas, los horarios infantiles para dormir son necesarios, instaurar la rutina y pautas que garanticen un descanso adecuado se traducirá en un mejor estado físico y psíquico. Los niños están en pleno desarrollo y dormir las horas adecuadas es fundamental para ello. Puedes conocer más detalles de la noticia a través de la página web de Medicina.tv.
Foto | Andrew Stawarz
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