Las hormigas son insectos pertenecientes al grupo de los himenópteros, al igual que las avispas o las abejas, y al igual que estas últimas muchas especies viven en comunidad, con unos niveles de organización social muy complejos y diversos, probablemente los más desarrollados del mundo animal. Una de las especies más interesantes es la de la hormiga roja Formica fusca, frecuentes en gran parte de Europa, en especial en la proximidad de zonas forestales. Como muchas veces, su nombre inglés ("southern wood ant") denota claramente en que lugares vive.
Hormiga roja (Formica fusca)
Las hormigas rojas poseen una talla apreciable dentro de su grupo, las obreras por ejemplo miden entre 8 y 10 mm. En su dieta se encuentran diferentes insectos que se encuentran alrededor del nido, en especial áfdos y coleópteros parásitos de los árboles circundantes, hecho por el cual están protegidos en numerosos países, y también son carroñeos voraces. Como en tantas especies de hormigas, el tránsito de ejemplares llevando comida es incesante, pudiendo incluso intercambiarse restos entre ellas.
Los hormigueros son estructuras muy visibles, levantadas sobre el suelo normalmente en lugares donde llega la luz del sol para mantenerlo caliente. El hormiguero está en continua expansión, con un territorio de más de 50 metros en sus alrededores, en el que las obreras prospectan continuamente.
La cobertura del nido está formada por numerosos restos vegetales de acículas, restos de ramas, etc.. y en su superficie podemos ver también una incensante actividad de ejemplares transportando estos restos para repararlo de manera continua.
Las hormigas rojas tienen como método de defensa la mordedura e inyección de ácido fórmico en el agresor. El ácido fórmico es utilizado en algunos medicamentos, que se obtienen mediante la dudosamente ética técnica de triturar hormigas vivas para luego destilarlo.