¡¡Buenos días a todos!!
¿Cómo está yendo la Semana Santa? Como sé que casi todos estaréis de vacaciones (yo incluida) esta semana el blog está de lo más relajado y no voy a publicar nada que no sea hablar de relax y de cosas súper bellas.
Así que hoy os quiero enseñar una de las cosas que más me han emocionado estos días: mi primera experiencia con la horticultura.
Ya, ya sé que suena bastante paleto eso de que no he ido nunca a un vivero ni he plantado muchas cosas en mi casa, pero… así es amigos. Una persona en Madrid no tiene demasiadas oportunidades para plantar hortalizas y menos en su casa a menos que aceptemos que lo del algodón y las lentejas vale como experiencia de jardín.
Me hubiera gustado verlas germinar desde el principio, vamos, eso de poner las semillitas, la tierra… pero no ha surgido así y he comprado las tomateras de tomatitos Cherry, pimientos, pepinos y pimientos de Padrón a medio camino.
Y si… ya que estaba… Felicias, Espinas de Cristo y Margaritas. Eso de ir a un vivero me ha parecido una pasada. Y con eso de que las plantas cuestan que si 1 euro, 50 céntimos… porque no tenía hueco que si no en vez de Me salen alas venía siendo Nat de la Jungla.
Estoy encantada de ver tanto colorido en mi ventana.
Me hace mucha ilusión este mini proyecto y más me hará si consigo comerme algo de lo que he plantado.
Pues amigos, seguiremos informando sobre el avance de mis hortalizas.
A darlo todo este último empujón de estos días de fiesta. Dormid, comed, besad y disfrutad todo lo que podáis y si nos lo contáis ¡¡genial!! Nos encantará leeros.