
Hacía años que tenía a Turquía en el punto de mira por el hecho de que Anatolia ha sido uno de los territorios más importantes en la historia de la humanidad. El caso es que lo hemos ido retrasando porque casi todas las opciones de viaje que nos mostraban eran una combinación de Estambul y Capadocia, lo más común, dejando de lado sitios como Troya, Pérgamo o Bogazkoy, ciudad esta última donde se encuentra nada menos que Hattusas, la antigua capital del reino hitita. Y en cuanto me mostraron el catálogo con el recorrido hice la reserva sin dudarlo, allá por el mes de marzo.
No os podéis imaginar qué intenso ha sido el viaje. Para quienes amamos la historia, el hecho de caminar por los restos de ciudades tan importantes en la Antigüedad como Éfeso, Pérgamo, Aspendos, Perge, Afrodisias, Hierápolis o Alaça Hüyük, no tiene precio. Es ahora, a la vuelta, cuando me asombro por todo lo que he visto al repasar las fotografías y vídeos.

Un aspecto que ha hecho especial también este viaje ha sido el hecho de que yo estuviese bastante bien preparado gracias a los conocimientos adquiridos en el Grado de Historia. Nunca había viajado a un país sabiendo tanto de los sitios que iba a visitar. Tuve que morderme la lengua y poner especial cuidado en no corregir contínuamente al guía que, aunque bien documentado, tenía las lógicas carencias de quien ha memorizado las cosas por obligación. Se llamaba, y se llama, Erdem, y es un tío muy majo con el que creo haber conectado e incluso, en alguna ocasión, haber ayudado. No obstante, si me está leyendo, espero que no vuelva a decir cosas como que los hititas descendían de los etruscos, porque eso duele al oído :-).
Todo esto unido a lo apasionante que es este país hace que me sienta un poco con la necesidad y obligación de compartir el viaje con vosotros. Quizá haya alguien con dudas sobre si ir o no, y creo que, en este aspecto, Arantza, Garai y yo podemos echaros un cable. Acompañadnos, sóis bienvenidos. Hosgeldin.
