Hotel Minero en el "El Peñón"

OBRAS

HOTEL MINERO EN EL "EL PEÑÓN" · 30/06/2014

De la necesidad de ampliar el campamento minero de “El Peñón”, surge este conjunto de alojamientos planteado en base a contenedores marítimos idénticos, reordenados entorno a un espacio central y apilados en dos plantas bajo una estructura metálica. Esta última, soporta una lona que “asegura la sombra para soportar las altas temperaturas del día, la protección contra el frío desértico de la noche y la correcta circulación de aire a pesar de los fuertes vientos.”

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MINIMA AESTHETICA. ATEMPORALIDAD COMO SUPERFICIE SOBRE EL DESIERTO por José Llano Loyola (Arquitecto Independiente e Investigador Urbano y co-editor de Apariencia Pública)

"Creemos ser país, y la verdad es que somos apenas paisaje". Nicanor Parra (1)

Chile puede ser entendido desde su geografía o desde su paisaje. A partir de su geografía se inscriben diversos lenguajes de planificación arquitectural que reconocen el asentamiento urbano como una operación entre naturaleza y ciudad. Sin embargo, desde la noción de paisaje opera un tipo de reflexión cultural como un instrumento sobre el proceso de identidad - emplazamiento y sujeto -, pues para la existencia de paisaje es necesario un relato que de sentido a lo que mira y experimenta (2). Para aquello el sujeto y su interpretación desde la experiencia elaboran un tipo de notación dialógica que finalmente construye un tiempo y espacio a modo de producto social. Esta estrategia plantea una construcción de lugar más allá del discurso de la praxis o de una lectura retórica de la forma. De esta manera la noción de paisaje se vuelve ambigua e interpretativa ya que simultáneamente se articulan y se organizan características físicas y simbólicas desde la experiencia del habitante sobre el territorio, como una notación biográfica sobre su naturaleza material - ya no desde su apreciación estética o sintáctica - sino sobre una forma lógica o una composición programática. Esencialmente sobre esa ambigüedad reside la seducción del paisaje. El paisaje es producto de una cultura que construye significaciones como naturaleza y se inscribe con cierta sensibilidad a modo de huella e interpretación.

La composición de lugar que surge en el desierto Atacama del norte de Chile, desarrolla una operación de paisaje que involucra la perdida de escala y simultáneamente una dimensión autorreferencial sobre las propiedades físicas de un cuerpo emplazado en la planicie. El proyecto del “Hotel Minero” de AATA Arquitectos - que en su proposición es una residencia temporal del personal de la mina “el Peñón” - tiene la capacidad de albergar 320 personas y propone un emplazamiento a través de objetos en serie e idénticos entre si.

48 containers proyectan un volumen que se define por sus espacios liminales, sus aristas prefabricadas y sus dimensiones prácticas y estructurales que finalmente configuran una tectónica espacial a través de la homogeneidad, disposición y localización funcional de cada una unidad tipo. Esta unidad tipo se estructura a través de 6 contenedores más una escalera de perfil metálico que permite la conexión vertical con el segundo piso del Hotel y se ordena en forma de U, creando un patio interior entre los containers- el volumen en su totalidad consta de 8 unidades-tipo que construyen y presentan a través de un sistema asociativo un trabajo, donde la repetición y su serialización, se vuelcan por un lado sobre una interioridad neutral que se proyecta directamente sobre una planta rectangular de base regular con un eje simétrico y además se vuelca sobre un espacio interior de orden no-jerárquico. Esta unidad neutral que conforma el “Hotel Minero”, es posible definirla como un objeto programático en-si mismo pues mediante la repetición desde los containers genera una atemporalidad por la ausencia de referencias tanto perceptuales como formales acotándose sobre un sistema medido, preciso y simple. En términos de orden, la combinación y composición de la homogenización entre cada unidad-tipo configura una envolvente que se produce por la asociación de los containers entre-si sin embargo al no haber una unión física entre cada estos sino apilamientos como progresión horizontal, permite pensar que las terminaciones se definen a partir de las direcciones y tramos entre los containers extendiendo la idea de un proyecto de lógica abierta que utiliza la serialización como estrategia proyectual. Es así como, el proyecto del “Hotel Minero” y sus unidades-tipo en relación no poseen una noción de jerarquía o de subordinación en su totalidad y tampoco tensión dinámica en términos de lenguaje arquitectónico por que principalmente es un ejercicio de permutaciones modulares colocando las variaciones posibles en relación al programa solo y a través de quienes lo habitan.

Así podemos determinar tres estrategias de paisaje que AATA Arquitectos desarrolla desde el proyecto “Hotel Minero”: la primera estrategia presenta una notación sobre la relación entre sujeto y paisaje, a través de un emplazamiento atemporal del programa. La idea de asentamiento en el desierto siempre a cubierto a peregrinos y nómades que básicamente no establecen residencia sino movilidad, es así como este reflejo de inestabilidad no permitiría recaer en una solución particular o determinada sino en una propuesta genérica y ejecutada en especial por la idea de desplazamiento. Desde lo anterior surge la segunda estrategia de paisaje de AATA, y se refiere a su condición tectónica y la proposición de utilizar el container como forma y contenido a la vez. El objeto es portable y se define sobre si mismo, la capacidad de ubicuidad y de crecimiento permite a su tectónica desarrollar una estrategia precisa y simple a través de la asociatividad y sin una deformación física del modulo, su operatividad mecánica estaría en la independencia de sus componentes, en la permutación modular y en la materialidad como extensión del mismo objeto que finalmente conformaría en forma volumétrica la misma figura. A partir de aquí y finalmente AATA plantea la ultima estrategia como operación proyectual: por un lado la ambigüedad producida por un objeto tipo y por otro lado la interpretación de AATA sobre habitar el desierto, no se radicalizaba en una composición o forma lógica sino en un tipo de lenguaje abierto y ambiguo entre una sensibilidad nihilista sobre la forma y su lenguaje arquitectural y junto a estos, un tipo de pragmatismo que devela la capacidad de re-interpretar no solo el mismo encargo y su paisaje sino la exigencia creativa de una cultura proyectual genérica y replicante como hoy en día.

Finalmente, AATA Arquitectos nos propone algo más que una simple lectura proyectual, formulada a partir de una serie de elementos, una pregunta en específico: ¿Cuál es la relación entre lugar, programa y forma? y ¿cual es la proposición que finalmente articularía una propuesta más abierta y inherentemente más contemporánea sobre el paisaje?

(1) Parra, Nicanor. Obra Gruesa. Ed Universitaria 1969, Santiago de Chile. La cita se encuentra en la serie “Otros Poemas” (1950-1968).

(2) Silvestri, Graciela y Aliata, Fernando. El paisaje como cifra de armonía. Ed Nueva Vision. Buenos Aires 2008. pp 10