Hotel Dog, Frankfurt
La industria turística cada día que pasa tiene que adaptarse a las necesidades de un mundo que cambia constantemente y en todos los aspectos, incluido el de los requerimientos de los clientes, como no podría ser de otra manera; y una de estas necesidades, sin ir más lejos, es la referente al tema de las mascotas. Quienes tengáis un perro o gato probablemente me entenderéis, ya que no es sencillo viajar con ellos; y por ello cada vez es más habitual que aparezcan en el mercado hoteles que les abren sus puertas, e incluso los hay pensados única y exclusivamente para nuestros peludos amigos.
En las grandes ciudades suele haber establecimientos de este tipo, ¿ pero qué pasa cuando viajas con tu mascota y tienes que hacer una escala de 5 horas en un aeropuerto o te han cancelado la conexión y te toca pasar unas largas horas ? ¿ Dejas al animal facturado en la bodega mientras haces el cambio de aeronaves y matas el tiempo dando vueltas por ahí ? No es ni muy práctico ni muy sano para nuestra mascota; o al menos ésta es la idea que se les debió pasar por la cabeza a los responsables del aeropuerto de Frankfurt, que ni cortos ni perezosos han montado un hotel donde las mascotas puedan descansar, jugar y estirarse durante las escalas.
El hotel en cuestión lleva por nombre el explícito Hotel Dog, y es exclusivo para perros. Cuenta con capacidad para alojar a 25 huéspedes en “habitaciones” de 20 metros cuadrados, con calefacción en invierno y una zona abierta ajardinada de 3.500 metros cuadrados donde poder jugar, y hacer ejercicio, cosa importante ésta última especialmente en razas de gran porte.
El establecimiento se encuentra en la termina CargoCity South, que combina vuelos de mercancías y comerciales, por lo que cuenta con los servicios propios de las terminales 1 y 2, como cafeterías, alquiler de coches baratos, salas de espera y demás.
El servicio en cuestión tiene una tarifa básica de 18 euros diarios ( comida incluida ), y qué queréis que os diga, es un servicio de agradecer, ya que las mascotas tienden a estresarse mucho en los viajes de este tipo, donde obligatoriamente tienen que ir encajonados y en una bodega aislada de un avión.