Los hoteles urbanos siempre se caracterizan por sus servicios, muy especializados en segmentos como los viajeros de negocios o las escapadas con amigos y en pareja, y por su ubicación, que no ha de ser necesariamente el centro de una urbe sino el lugar más adecuado de la misma al segmento de público en el que está especializado el hotel.
Es cierto que la idea general es que un buen hotel urbano debe estar en el centro de la ciudad porque se sobreentiende que eso significa que está cerca de todo: monumentos principales, centros culturales, zonas de ocio y restauración… Pero la realidad es diferente y las necesidades a veces hacen que el mejor hotel urbano sea precisamente aquel que está mejor conectado con las principales vías de transporte de la ciudad y sus aeropuertos.
Los hoteles urbanos en Madrid son un buen ejemplo para argumentar esta dicotomía: existen hoteles en la Puerta del Sol que son perfectos para recorrer la ciudad durante un fin de semana en pareja o disfrutar de un puente de fiesta en Madrid con los amigos. Sin embargo, este tipo de hotel urbano o apartamento en el centro de Madrid puede ser menos operativo para un viaje de empresa, para el que sería más acertado optar por un hotel junto al aeropuerto de Madrid, IFEMA o un hotel en Atocha, al lado de la Estación del AVE.
Aparthotel Serrano Recoletos
Muchas cadenas hoteleras dedicadas a la gestión de alojamientos urbanos en Madrid y Barcelona han avanzado notablemente en conjugar cuidadosamente ubicación y público, ofreciendo aparcamiento junto al hotel, descuentos en transporte público, salones amplios para la celebración de reuniones, habitaciones amplias para compartir, servicios innovadores… Todo ello contribuye a que la ubicación sea un factor menos decisivo, convirtiendo a cualquier hotel urbano, esté en el centro o no, en un lugar en el que combinar siempre relax y trabajo.
Aún así, saber aprovechar la ventaja de la ubicación para adaptar el hotel a un público concreto es una de las fórmulas más interesantes: se trata de diseñar servicios y espacios especiales para ese público que necesita alojarse en esa zona en la que se encuentra el hotel y convertirlo así en un lugar de referencia.
Un buen ejemplo de esto son los hoteles urbanos para viajes de salud: hoteles que se encuentran cerca de hospitales importantes en una ciudad y en los que se pueden encontrar habitaciones sencillas, pensadas para largas estancias y para compartir, con disponibilidad de aparcamiento o bonos para transporte, horarios de comidas flexible o cafeterías y máquinas de vending disponibles las 24 horas…
El acierto, en definitiva, está en pensar siempre en ofrecer la mejor atención al cliente. Lo demás, viene dado.