
Viola Davis (una tia con dos nominaciones al oscar a sus espaldas) interpreta a Annalise Keating, una abogada especializada en casos imposibles y que imparte además un curso en la universidad de “como librar a un asesino de la cárcel”. Como veis todo muy ético y ligero. Para más INRI elige a cinco de sus estudiantes cada año para que la ayuden en sus investigaciones (que se desarrollan paralelamente en cada nuevo capitulo) y les hace pelear a brazo partido por conseguir el trofeo al mas cabron, retorcido y manipulador. Es decir, incita a una rivalidad insana y agresiva y a una relajación moral casi repugnante. Y si ya el trasfondo moral de la serie parece ciertamente desdeñable, cuelan sin complejos un puñado de tópicos retorcidos, sexistas y machistas. De los estudiantes una es una idealista pero que no tiene problemas en traicionarse en aras del capitalismo, una chica negra lista pero corta, solo preocupada en su boda y sus vestidos, un trepa xenófobo y ricachón, otro chico negro venido de los suburbios y un homosexual que saca su información únicamente a base de polvos. Una cosa tremenda. Siendo una serie dirigida a jóvenes y amas de casa, los mensajes no pueden ser mas vergonzantes: los homosexuales solo saben follar, los negros triunfan si son sumisos y tontos, las mujeres solo valen lo que vale su novio y si hay pasta no hay principio que valga.Y el papel de la protagonista Viola Davis no puede ser más errático. Nadie se puede creer una jefa tan hija de puta a veces (peor que los de “como matar a mi jefe”) y que se echa a llorar delante de un estudiante en otras. Es un personaje irreal que trata mal a los clientes a los estudiantes a sus empleados y que aun asi parece que el resto la tratan con una adoración casi mística. Y para rematar la faena los casos en los que trabajan son absurdos, sin profundidad, ni argumentos. El tribunal parece un circo donde todo es sencillo y vulgar, donde subyace una falta de rigor y preparación en los asuntos fuera de lo normal.
Para concluir la maraña seudojuridico-amorosa, los mismos deshonestos alumnos que compiten por el beneplácito de su profesora (que por cierto, en una clase repleta de alumnos únicamente les pregunta a ellos), se ven personalmente envueltos en un crimen del que deben salir impunes, y del que te van dejando pequeñas píldoras en cada capitulo. Algo desconexo y absurdo.No sé si en algún momento tuvieron intención de ser un refrito entre “revenge” y “the good wife”, pero como culebrón le falta originalidad y como serie de género le falta profundidad. Desde luego es una parodia de las series legales y de abogados y envía unos mensajes muy negativos sobre lo que debería ser la justicia, las relaciones laborales y personales. Por mi parte con los primeros 9 capítulos antes del parón he tenido más que suficiente.
