…Nada puede superarlo. Ni la coronación…
Un día de lluvia intensa y yo que no salgo a regar… Los tomates , tranquilos, a salvo de mi presencia con la manguera y de mi mirada vigilante. Ellos saben lo que pasa si detecto uno que madura…
Cuando salgo al huerto, después de unos días…Tachán!!! Mi mirada detecta puntos anaranjados y uno…rojo. Creo que he seleccionado a mi primera víctima de esta edición huerteril.
Me sorprende comprobar que “el elegido” está en una maceta. Estas tomateras me crecen mejor en maceta que en el cajón de madera al que llamo huerto… El año que viene, creo que los tomates irán en macetitas…
Tras el corte limpio, ha venido la cata. Un poco ácido y la piel durísima.
Espero que la cosa mejore porque para el tomate ha sido un trauma…
Y en deferencia al día…