Hoy ha muerto Forges.
La muerte de un humorista es siempre una tragedia. El humorista con talento, que no emplea el insulto ni la descalificación, es una especie en extinción.
Hoy somos todos un poco más pobres. Porque, además, Forges era un humanista.
¿Sabían que palabras como "bocata", incluidas en el diccionario de la RAE, las inventó él?
En su humor prima la inteligencia más valiosa, la que desprende sutileza. Nada de trazo grueso. Sus personajes ya forman parte del imaginario español. Los Basilios, los Marianos y las Conchas, esas ancianas o esos náufragos...
Y sus dibujos son testimonio de una época, la de la transición, que nos obliga a ser nostálgicos.
Porque Forges se ha muerto; y están cerrando revistas como Interviú y Tiempo. Y la prensa de papel está destinada a desaparecer. Y en Forges, como en el resto de los humoristas gráficos, había una corporeidad que está disipándose en este mundo digital.
Pero Forges era un humanista, fundamentalmente, por su labor de divulgador de la historia
Su "Historia de España" en 8 volúmenes nos acercó el conocimiento exhaustivo de nuestro pasado trufándolo de chistes e imágenes. Y así, de una manera rigurosa pero amena, leímos sobre Numancia, sobre el feudalismo, los Borbones o la catástrofe del 98.
Nunca le agradeceré lo bastante que me impulsara a leer aquellas páginas. Que me descubriera que el árabe Abderramán III era pelirrojo, que los romanos estaban aterrados con Numancia, lo que sucedió con los "últimos de Filipinas"; una historia difícil de creer.
En fin. Buen viaje, maestro. Gracias por la sonrisa que despertaste en mí en más de una ocasión. Gracias por tus enseñanzas.
Hoy es un día de nostalgia, que, sin embargo, quiero aliñar con tus viñetas. Porque me apetece compartirlas. Porque te has ido pero estuviste.
Antonio Carrillo