Revista Cocina

Hoy: Pasta con salsa de brócoli

Por Bouquetgarni
A la hora de acompañar una pasta, siempre caemos en las clásicas salsas: fileto, boloñesa (saben que no es mi caso, pero puede ser el suyo) o blanca...Bueno, te propongo preparar una deliciosa salsa de brócoli para acompañar tu próximo plato de pastas (pueden ser caseras, frescas o secas; tallarines, espaguetis, tirabuzones o mostacholes; ñoquis, ravioles o sorrentinos. Y la lista sigue...).
Sé que no es muy fácil hacer comer vegetales (en especial, algunos) a nuestros hijos (nuestros hijos, maridos, suegros, novios, hermanos...). Pero, te garantizo que esta receta les va a encantar porque es muy suave, cremosa y deliciosa. Y, si evitás decirles que es brócoli (parece que la palabra ahuyenta personas; es algo así como el ajo con Drácula...), ni se van a enterar hasta que cuando digan las palabras mágicas "¡Qué rico! ¿Qué es?" vos te despachás con "B-r-ó-c-o-l-i" (así, pausado y haciendo énfasis en cada letra) y se caen de espaldas ¡¡Plop!!
Primero lo primero: Antes de empezar a cocinar, te paso algunos datos sobre el brócoli. Después de leerlos, seguro vas a querer integrarlo a tus recetas (si es que todavía no lo hiciste; si ya forma parte de tu staff permanente, acá tenés una nueva preparación que lo incluye).El Señor Brócoli es un súper alimento por sus propiedades nutritivas y antioxidantes: contiene grandes cantidades de vitamina C, ácido fólico y vitamina A (antioxidantes). Se recomienda comerlo, al menos, una vez a la semana porque ayuda a prevenir algunas formas de cáncer y enfermedades cardíacas.
Ahora sí. ¿Nos ponemos a trabajar? Porque decir que es fácil es hacerla más complicada de lo que en realidad es. Ah, no me creés. Veamos...
Salsa de brócoli
Pedile a tu verdulero de confianza que te elija algunas plantas de brócoli lindas, lavalas bajo el chorro de agua, pero no las sumerjas en el agua porque perderán sus nutrientes (¿Así de fácil pierden los nutrientes? Sí, así de fácil)  y ponelo a hervir, pero no permitas que se cocinen del todo. Deben quedar bien duritos (porque seguirán cociéndose y, caso contrario, no les quedará nada de todos esos maravillosos elementos que aportarán salud a tu dieta).Si no querés complicarte mucho, compra un paquete de brócoli congelado y hervilo según indica el envase. No lo cocines por más de 1 minuto porque todavía le falta integrarse al resto de la muchachada (¡¡los demás ingredientes de la receta!!) y convertido en puré no te servirá.
Cortá en pequeños cuadraditos una cebolla grandota. Además, picá un puñado de ciboulettte (si no tenés, no pasa nada; no salgas corriendo a comprar nada porque la receta quedará igual de deliciosa si no tiene tan afrancesado representante).
Te cuento uno de mis secretos: cuando preparo salsas para mi pasta, las comienzo a cocinar (a las salsas) al momento en que empieza a hervir el agua y coloco los fideos. De esa manera, la salsa no queda recocida (especialmente, porque preparo muchas salsas con vegetales y siempre es preferible que no se cocinen en exceso para que no pierdan sus nutrientes).Entoncés, poné el agua para la pasta en el fuego y, cuando comience a hervir, echá los fideos. Así, sin sal, ni aceite, ni nada. No se van a pegar, pasar, quedar duros, ni transformar en alienígenas. Te lo garantizo. De esta manera, van a quedar con menos sal y aceite y van a hacerle mejor a tu salud porque la materia grasa la recibirán de la salsa que les vas a incorporar al final del proceso y los vas a condimentar antes de servir; de modo que sabrosos, quedan sabrosos. Te lo firmo y reafirmo.
Mientras tanto, en una sartén o guisera, colocá una cucharada de aceite neutro y rehogá la cebolla y el ciboulette, cuidando mucho que no se queme. Condimentá con sal, pimienta, tomillo y orégano (que combinan muy bien con el sabor del brócoli). Cuando la cebolla esté traslúcida, incorporá las flores de brócoli previamente hervidas y añadí una taza de leche (pueden ser dos tazas, dependiendo de cuánta salsa quieras obtener; a mí me gusta que todo quede bien cubierto por salsa, entonces empleo bastante leche en la preparación). Rectificá los condimentos y, a fuego medio, dejá que se vaya cocinando la salsa mientras hervís tu pasta. No permitas que la leche hierva; por eso, prestale atención y mantenela en fuego medio o bajo. De ser necesario, podés agregar un poquito más.
Hoy: Pasta con salsa de brócoli
Cuando a la pasta le falte muy poquito para estar lista, colala y reservá.
Si para el momento en que tenés que integrarle la pasta a la salsa está todavía muy líquida, añadile una cucharada bien copetona de fécula de maíz disuelta en una taza de agua (natural) y mezcla despacito, sin dejar de revolver hasta comprobar que espesó (si no te das cuenta a simple vista, al pasar la cuchara de madera, irá dejándote ver el fondo de tu recipiente de cocción). Entonces, no esperes más y volcá la pasta para terminar de cocinar todo junto, integrando sabores y texturas.En este momento, salá y pimentá tus fideos e integralos muy bien con la salsa que preparaste para que ningún rinconcito quede lavado. Todos los fideos deben quedar bien "ensalsados". Entonces, apagá el fuego y tapá el recipiente por 2 minutos (mientras, todo el mundo ayuda a preparar la mesa o la preparás sola que también está bueno).
¡¡Listo a servir y disfrutar de estos fideos (en este caso preparé tirabuzones) bien cremosos y suaves, con un delicioso sabor a brócoli!!
Hoy: Pasta con salsa de brócoli

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