Antes de que la Editorial Valdemar editara en dos tomos (tres si contamos el ensayo El horror sobrenatural en la literatura) toda la obra narrativa de H.P. Lovecraft, los aficionados a este gran escritor teníamos que saciar nuestra hambre buscando y coleccionando su obra entre diferentes editoriales y colecciones. Estas ediciones, no demasiado respetuosas, se saltaban como querían un mínimo y necesario orden cronológico, dispersando todos los relatos entre diferentes libros o recopilaciones, ocasionando no pocos quebraderos de cabeza y una respetable confusión al aficionado a los horrores cósmicos.A pesar de eso es indudable que estas colecciones eran necesarias en esos años y, como es bastante normal, el paso del tiempo las ha convertido en verdaderos objetos de coleccionismo, que despiden el agradable olor de lo entrañable y que, por lo menos para mí, siguen siendo importantes e insustituibles por lo que representan y por lo que me descubrieron.Como he comentado, muchas eran las editoriales que publicaron la obra del genio de Providence y he pensado en realizar este post, recordando algunas de ellas, que por hache o por be, se quedaron grabadas en mi memoria. Una de las ediciones que recuerdo con más cariño fue la publicada por la editorial Bruguera en su colección Libro Amigo, bajo el título Relatos de los Mitos de Cthulhu. Esta colección se editó por primera vez en nuestro país en el año 1978, recogía el trabajo de recopilación realizado por August Derleth (colaborador y albacea literario de Lovecraft) alrededor de los famosos mitos, recogiendo en ellos relatos de diferentes autores todos ellos vinculados al famoso círculo creado alrededor de la figura del escritor. De esta manera los tres tomos reunían relatos como La llamada de Cthulhu (The call of Cthulhu, 1927) y El huésped de la negrura (The Haunter of the dark, 1936) de Lovecraft, Los perros de Tíndalos (The Hounds of Tindalos, 1929) y Los devoradores del espacio (The space eaters,1928) de Frank Belknap Long, La piedra negra (The black stone, 1931) de Clark Ashton Smith, El vampiro estelar (The Shambler from the stars, 1936) de Robert Bloch, El horror de Salem (The Salem horror, 1937) de Henry Kuttner, Edición Fría (Cold Print, 1969) de Ramsey Campbell o El regreso de los Lloigor (The return of the Lloigor, 1969) de Colin Wilson. A parte de estos tres tomos dedicados a los mitos, Bruguera también edito un buen puñado de novelas que recopilaban diferentes cuentos, este es el caso, por ejemplo, de La Sombra sobre Innsmouth, El que acecha en el umbral, El que susurra en la oscuridad, todos ellos editados en el año 1977 y traducidos por María Teresa Segur Giralt y Eladio Lomino. Es obvio que estas ediciones supusieron para muchos de mi quinta el descubrimiento del horror cósmico en estado puro pero, como es normal, también nos dejó con ganas de poder profundizar más, en el caso de los mitos, en cada uno de los autores (algo realmente difícil en aquella época), y en especial, por lo menos en mi caso, en indagar muchísimo más en el particular mundo de HPL.Esta necesidad se vio saciada por Alianza Editorial, que en su colección de bolsillo publicó no pocas novelas y relatos del autor americano. Si descontamos su particular edición de Los Mitos de Cthulhu seleccionada por Rafael Llopis y publicada por primera vez en el año 1969, el verdadero alud de ediciones vino a continuación. Durante las décadas de los setenta y ochenta vieron la luz libros como Viajes al otro mundo (Ciclo de aventuras oníricas de Randolph Carter), La habitación cerrada y otros cuentos de horror (1976), El horror de Dunwich (1980) y En la cripta (1980), dos tomos que recogían en su interior muchos de los relatos más conocidos de HPL, En las montañas de la locura (1981), Dagón y otros cuentos macabros (1982), El Caso de Charles Dexter Ward (1984) y El horror en la literatura (1984). Sin duda estas sucesivas ediciones fueron un lujo en aquellos años y por derecho propio están instauradas en el imaginario de muchos de nosotros; es justo reconocer, también, que esta colección de libros goza de unas buenas traducciones, muchas de ellas a cargo de Francisco Torres Oliver, y que aún siendo un poco descoordinadas en la cronología, cubren un amplio espectro de la obra global del autor. Alianza sigue publicando actualmente re-ediciones de estos libros.En la década de los noventa la Editorial Edaf aprovechó algunos huecos en la bibliografía del autor para editar tomos como La noche del océano y otros escritos inéditos o El museo de los horrores, que recogen algunas de sus colaboraciones con otros escritores y algunos poemas.Muchas ediciones me he dejado en el tintero, pero como ya había mencionado anteriormente, este post está realizado desde el cariño y sin lugar a dudas los libros editados por Bruguera y Alianza, fueron los primeros que me despertaron el gusto por el horror cósmico, por lo que, para mí, son absolutamente insustituibles.Bueno amigos/as de El Terror Tiene Forma, por hoy ya es suficiente.Que paséis un buen día y saludos!!!