Revista Europa
Salís a la calle y la gente anda revuelta, el tráfico parece más denso que de costumbre, esperáis el autobús en la parada y no llega... ¿Es viernes? Si la respuesta es afirmativa, lo más probable es que hayáis pillado un sciopero dei mezzi. O lo que es lo mismo una huelga del transporte público de Roma. No os preocupéis, no es grave. Y además, tiene cura, aunque os sabrá igual de mal que esos jarabes para la tos. Y es que, amigos míos, turistas incautos y neo romanos de adopción, el único remedio para el sciopero dei mezzi es la paciencia.
En Roma las huelgas de transporte son bastante frecuentes. Cuando tienen lugar, generalmente los viernes (lo que nos hace sospechar de los motivos reales de tales huelgas), la ciudad se convierte en una auténtica locura de vehículos, cláxones y gente enfadada. El tráfico, ya de por sí complicado, aumenta atascando algunas de las zonas de mayor circulación. Los taxis escasean y muchas veces es preferible andar varios kilómetros que esperar por los servicios mínimos que quizás ni siquiera pasen.
Vamos, toda una experiencia que os recomiendo evitar.
Si eso no fuese posible, armaos de paciencia y sed precavidos. Tened en cuenta que un recorrido que normalmente lleva una hora en días como estos puede llevar dos o más. Para los que tengáis que coger un avión o un tren, o no podáis faltar a una cita ineludible, he aquí la receta del doctor: salir con tiempo (con muuucho tiempo) y dos cucharaditas de paciencia cada 10 minutos.