Han coincidido en el tiempo el 50º aniversario de El espíritu de la colmena y la vuelta de Víctor Erice al largometraje con la excepcional Cerrar los ojos (2023). En este punto, vale la pena volver veinticinco años atrás y comprobar la vigencia de la que ya entonces disfrutaba la primera película de Erice, cuyo peso específico en el cine español y mundial no ha dejado de crecer, huellas que perviven y pueden rastrearse en la última película del director vasco.