Huellas en la arena...

Cuando se escribe un primer libro, te asaltan muchas dudas. En mi caso, convivo con la ansiedad de querer saber que tipo de sensaciones pueden producir unos cuentos "etéreos" en diferentes lectores. Ya tengo mis primeros ecos. Me transportan a los primeros días de enero del año pasado, cuando iba por el tercer o cuarto cuento (de 13). Una lectora C y un lector M aprecian un cierto estilo que concibe a los personajes con cierta "independencia" y "distancia". Coincido.
No sé hasta que punto el cine y la música condicionan una cierta recepción de los cuentos. En todo caso eso escapa de mi análisis. De hecho, no quiero auto-analizarme. Solo compartir ideas sueltas, de antes y de ahora.
El título de los cuentos es otra historia. Han tenido varios. Por ejemplo, "Dominó", se llamó también "cenizas" y "Post-esy-rider" (así fue publicado en la revista Odradek). Es el cuento que más encarna un cierto espíritu "litchesco", aunque para mí el cuento que más (me) define es "Nicole en el carbaval de Aalborg"...to be continued...